La nueva edición del Global Business Travel Forecast de CWT (Carlson Wagonlit Travel) y GBTA (Global Business Travel Association) también destaca las nuevas tendencias que están impactando en las industrias MICE y de business travel a nivel mundial.
Disgregación de servicios: las nuevas tecnologías y los canales de distribución para la venta de servicios aéreos u hoteleros ofrecen cada vez mayor diferenciación de productos, modos de comercialización, acceso a contenidos y experiencias de compra basadas en la separación de prestaciones. Esto facilita el desglose del precio total de una reserva y puede favorecer una disminución de los costes.
Viajes diferenciales: tras la pandemia, se reanudaron los viajes de negocios, pero de forma distinta. Ya no es posible generalizar sobre el perfil de este tipo de desplazamientos. Una empresa puede comprar más billetes de avión que antes, mientras que otra lo hace menos por motivos climáticos y reduce el número de citas profesionales, afectando así a los volúmenes de contratación y a las tarifas obtenidas.
Presupuestos con base cero: con el aumento de los precios y el trabajo híbrido, algunas organizaciones desglosan al máximo los presupuestos de sus operaciones, empezando de cero y repasando cada gasto para determinar qué es esencial.
“Canibalización del ocio”: debido al incremento de la demanda de viajes vacacionales, las empresas han empezado a apostar por los alquileres destinados a este segmento y de corta duración para los desplazamientos profesionales, por lo que la tendencia del bleisure sigue en aumento. Algunas políticas de viajes se están ajustando para ganar flexibilidad a este respecto.
Normalización de los precios: de 2023 a 2024 se han moderado las subidas de precios, con aumentos porcentuales de un solo dígito. Los proveedores de viajes han intentado mitigar el aumento debido a problemas con la mano de obra, la inflación y el combustible.
Actualización de referencias: las industrias MICE y de business travel continúan pensando en 2019 como el año de referencia, y es poco probable que los precios vuelvan a los niveles registrados aquel año. Por tanto, es recomendable que las compañías trabajen sobre tarifas más elevadas y realistas a día de hoy, en favor de representar mejor los costes reales.
Precios moderados: durante los próximos dos años, se prevén subidas de precios más moderadas, debido a una probable disminución de la demanda de viajes vacacionales, al crecimiento económico general y a los costes de insumos como la mano de obra y el combustible.
Motores del cambio: con un entorno de precios en proceso de normalización, existe un mayor potencial para que los factores externos influyan en los costes. Estos factores son la incertidumbre sobre las perspectivas económicas -en un contexto de persistente inflación-, el aumento de las tensiones geopolíticas, las restricciones en materia laboral, la alta demanda mundial de viajes de ocio y la sostenibilidad -el combustible de aviación sostenible, la compensación de la huella de carbono, los vehículos eléctricos…-.
Nuevo enfoque de la estrategia: las empresas siguen poniendo el foco en los costes, pero incorporan nuevos proveedores y establecen relaciones comerciales más duraderas, con la negociación continua como factor fundamental. También reúnen a todos los responsables para comprender de qué trata cada operación, estableciendo el valor real de la inversión y construyendo presupuestos más reales. Asimismo, se está produciendo un cambio en los KPI (indicadores clave de rendimiento, por sus siglas en inglés), poniendo el bienestar del viajero en el centro y dando mayor relevancia a aspectos medioambientales y sociales.
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