El último estudio presentado por EHL Hospitality Business School ha destacado las tendencias en el sector hotelero para 2024, donde los avances tecnológicos, la sostenibilidad y las nuevas expectativas de los clientes marcarán el año.
Una de las tendencias principales es la retención y la potenciación del talento. Ante la escasez del mismo, en el estudio se proponen como soluciones aumentos salariales, alojamiento gratuito, reducción de la jornada laboral y formación para motivar y desarrollar al personal. De esta forma, se conseguirá crear una mano de obra homogénea y de calidad, que fidelizará a los empleados y facilitará atraer nuevas contrataciones.
La inteligencia artificial marcará el año 2024 en la hotelería, con propuestas como la facturación móvil, las llaves digitales, la automatización de habitaciones, el desarrollo de experiencias hiperpersonalizadas para generar ventas adicionales… incluso la formación del personal mediante realidad aumentada. Sin embargo, será necesario trabajar en la garantía de la seguridad y la confidencialidad de los datos de los huéspedes.
Los datos también serán más estratégicos este año en el marketing hotelero, ya que recopilar y analizar los mismos puede llevar a la toma de decisiones útiles y a adoptar una posición de ventaja sobre los competidores, incluyendo en el terreno de las redes sociales.
Más allá de la IA, las habitaciones basadas en tecnología estarán a la orden del día, como la recientemente inaugurada en el Hotel RH Coronal del Mar (Benidorm, España) por el Instituto Tecnológico Hotelero (ITH) y Turisme de la Comunitat Valenciana.
La misma se ha desarrollado en base a un diseño de inteligencia colectiva, con cuatro pilares fundamentales: la mejora de la experiencia del huésped, la transformación digital de procesos, la gestión y mejora operacional del hotel y la eficiencia energética. Para ello, además, se han tenido en cuenta otros aspectos como la sostenibilidad y la economía circular.
La cocina también está cambiando en la industria hotelera, de forma que los restaurantes se convierten en el centro de la experiencia y dejan de ser una extensión del hotel. Tanto en la comida como en la bebida, la reinvención, la creatividad, la autenticidad, la especialización, los sentidos y la experiencia en sí, vuelven a cobrar protagonismo. Sin embargo, los hoteles también se enfrentan por esta vía al desafío de la inflación.
Para finalizar, cada vez más el funcionamiento de los establecimientos se contempla a través del prisma de la sostenibilidad, incluyendo desde la base, con técnicas de construcción más respetuosas con el medio ambiente y la sociedad. La gestión de la energía, de los residuos, el cálculo y compensación de la huella de carbono, la apuesta por productos de temporada y Km 0 y el uso de iluminación LED, entre muchos otros, son aspectos fundamentales hoy en día.