MOTIVACIÓN PUNTO MICE 32

Desde las clases de cocina más tradicionales a la escape room más original pasando por el deporte más disparatado: todas son opciones válidas para organizar un teambuilding que deje un recuerdo imborrable en grupos cuyos miembros terminen más unidos.

Por Cristina Cunchillos

Deporte a todo ritmo

Bossaball Sports es una empresa con sede en España y clubes asociados en diferentes países del mundo, incluyendo Argentina y Colombia, que ofrece a los grupos una forma divertida y original de combinar deporte, acrobacias y música en sus programas de teambuilding: de lo que se trata es de jugar al “bossaball”.

Es un deporte híbrido que combina las reglas del voleibol con técnicas del fútbol y ejercicios de gimnasia acrobática, todo ello a ritmo de samba (o de la música elegida para animar a los participantes). Se juega en canchas hinchables que se pueden instalar en cualquier lugar y que incluyen trampolines y camas elásticas, permitiendo a los jugadores regresar a la infancia y atreverse con las posturas más espectaculares.

Tras una breve introducción a las reglas del juego, los grupos se dividen en equipos y juegan un mini-torneo en el que directivos y empleados compiten al mismo nivel, ayudándose unos a otros con el fin de diseñar una estrategia de juego que permita vencer al contrincante. Mientras unos juegan, otros siguen practicando en los alrededores de la cancha. Al final se premia al equipo que haya mostrado más talento y creatividad en sus pases y figuras, pero todos se benefician por igual al disfrutar de una jornada saludable, divertida y memorable.

Escapar del castillo

El receptivo Nordic Ways, que opera en el norte de Europa (Dinamarca, Islandia, Suecia, Noruega y Finlandia), traslada el concepto de las modernas escape rooms a los bellos paisajes de una de las islas del archipiélago de Estocolmo. Los grupos deben escapar de Vaxholms Kastell, una histórica fortaleza construida en el siglo XV y esto tras encontrarse de repente atrapados en una celda.

Trabajando en equipo han de recurrir a su ingenio y creatividad para resolver los enigmas y encontrar las claves necesarias para salir de la prisión en un plazo máximo de 45 minutos. Y eso no es todo, al salir de la celda les espera el último reto: para conseguir escapar de verdad necesitan superar sus miedos y lanzarse desde un tablón situado a 18 metros del suelo. Los participantes con miedo a las alturas pueden optar por una búsqueda de tesoros más tradicional, compitiendo en diferentes equipos.

Taller de pizzas

Nápoles (Italia) es reconocida como la cuna de la pizza. Por eso el DMC italiano Incoming Italy elige este destino para introducir a los grupos en el arte de elaborar este plato tan internacional, cuyo proceso de producción ha sido declarado patrimonio cultural intangible por la UNESCO. De la mano de un pizzaiolo napolitano, los grupos aprenden a preparar la masa y elegir los mejores ingredientes, así como la historia de esta sencilla y al mismo tiempo completa comida. También asisten una demostración de cómo amasar y estirar la masa para alcanzar la consistencia y grosor ideal. Después de eso, se trata literalmente de ponerse “manos a la masa” y practicar lo aprendido.

Una vez formados los equipos, deben elegir al pizzaiolo jefe y quién se encarga de preparar la salsa de tomate o controlar el tiempo de cocción en el horno. Una vez han practicado con las recetas más clásicas, como la pizza marinera o la margarita, deben crear su propia pizza y decorarla con los colores corporativos.

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