Las innovaciones tecnológicas y nuevas formas de comunicación adoptadas por las empresas durante la pandemia, junto con la mayor preocupación por el medioambiente, harán difícil justificar el regreso al nivel de viajes de negocios previo. Según una encuesta realizada por Bloomberg entre 45 grandes corporaciones globales, la gran mayoría (84%) limitará los desplazamientos por trabajo tras la crisis sanitaria, y reducirá sus presupuestos para business travel entre un 20% y un 40%.
La suspensión de los viajes de negocios ha supuesto un ahorro considerable para las corporaciones encuestadas, mientras que el impacto en sus operaciones ha sido mínimo. Empresas como la fábrica de chocolates Hershey o la farmacéutica Pfizer reconocen que las reuniones virtuales suponen un uso más eficiente de tiempo y dinero, y cuestionan qué puede conseguirse con un viaje que no sea posible online. Otros entrevistados han podido realizar diferentes operaciones de forma remota gracias a nuevas tecnologías. Michelin, por ejemplo, utilizó drones para la inspección de fábricas, y Royal Dutch Shell creó salas de control online con simuladores de plataformas petroleras en 3D que sus ingenieros pueden acceder desde casa.
Existe una mayor presión en las empresas por parte de accionistas y autoridades reguladoras para reducir su huella de carbono, y se considera también el impacto negativo que los viajes frecuentes tienen en la salud de los empleados. Por ello, las corporaciones encuestadas limitarán los viajes a lo estrictamente necesario para mantener la relación con sus clientes, mientras que se recortarían los desplazamientos para reuniones internas o actividades con otras oficinas. Volkswagen AG, por ejemplo, exige a sus empleados que justifiquen la necesidad del viaje, e insiste en evitar vuelos siempre que sea posible, optando por un transporte más sostenible.
Según Bloomberg, la reducción de los viajes de negocios afectará sobre todo a las aerolíneas, cuyos beneficios provienen en gran medida de las lucrativas tarifas corporativas. Además de invertir en aviones más eficientes y alternativas al combustible tradicional, podrían tener que reconfigurar sus aeronaves para reducir la cabina business, incrementando en su lugar los asientos en premium economy.