El gobierno de Francia supedita las ayudas que el estado inyectará a Air France a la eliminación de rutas domésticas que puedan ser realizadas en tren. El objetivo es reducir las emisiones de CO2 y favorecer el transporte ferroviario entre destinos que estén a menos de dos horas y media en tren.
De este modo Air France reduciría su oferta dentro de la Francia continental en un 40%, una reducción que también afectaría a las demás compañías que operan destinos dentro del país. Solo se mantendrían los vuelos destinados a alimentar los hubs que ofrecen vuelos internacionales.
Esta modificación en el mapa de rutas aéreas dentro del país galo sería consecuencia directa de la pandemia, reforzando una tendencia a la que también se ha sumado Austria. El gobierno de ese país también ha anunciado restricciones a los vuelos de corta distancia como parte del plan de ayudas a Austrian Airlines, filial del grupo Lufthansa.