EL JUEGO DEL CALAMAR

Muchos programas incitan a los participantes a demostrar su creatividad, ya sea elaborando deliciosos mazapanes o improvisando una historia, mientras que otros apuestan por la competitividad, incitando a superar a los contrincantes o ganar como únicos supervivientes en actividades extremas.

Por Cristina Cunchillos

La agencia Teamland, con oficinas en diferentes países del mundo –incluyendo Argentina, España y México–, propone a los equipos competir en plataformas virtuales o cara a cara, mediante retos inspirados en la exitosa serie El juego del calamar.

Al igual que en la pantalla, los participantes han de demostrar su espíritu de supervivencia compitiendo en seis juegos con un tiempo limitado, individualmente o en equipo, hasta que queda un solo competidor. La mayoría de los retos se inspira en juegos de niños, sencillos de entender –pero difíciles de ganar–, como tirar de la cuerda, luz verde-luz roja o el juego de las sillas, así como pruebas de origami o acertijos. Los juegos se mantienen en secreto hasta el último momento. Cambian constantemente para mantener el factor sorpresa y forzar la toma de decisiones rápida. El decorado y vestuario de los instructores, así como los gráficos en la versión virtual, se basan en el formato original televisivo. Sin embargo, a diferencia de este, se permite que los participantes eliminados tengan una segunda oportunidad de participar en los juegos. Lo que predomina no es el miedo a perder, sino las risas.

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