Por Cristina Cunchillos
Bélgica es un país reconocido por su chocolate, considerado entre los mejores del mundo. Por eso el DMC One Event propone un taller en torno a este manjar que busca motivar a los equipos y desarrollar su creatividad. Para empezar, se hace una introducción a la historia del cacao y su proceso de transformación en chocolate, que culmina con una degustación. Tras una demostración de la creación de pralinés de chocolate en la que colaboran algunos miembros del grupo, todos los participantes han de elaborar sus propios pralinés y mendiants, una suerte de discos de chocolate con frutos secos típicamente belgas, que podrán empaquetar para llevárselos a casa.
Pero eso no es todo. La parte más divertida llega después cuando, divididos en pequeños grupos, tienen que elaborar una escultura con piezas de chocolate, siguiendo una temática común a todos. Un jurado elige la mejor escultura, que recibe un premio. Los grupos pueden llevarse consigo la creación o donarla a una oenegé que repartirá las piezas de chocolate a comunidades locales desfavorecidas durante el desayuno o la merienda: el final más dulce para una jornada enriquecedora.
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