EUROPA DEL CENTRO Y DEL SUR
Por Eva López Alvarez
Croacia es uno de esos países que aún a demasiada gente le cuesta ubicar en el mapa. Fruto del desmembramiento de la antigua Yugoslavia en 1991, la vecina de Italia al otro lado del mar Adriático reúne una serie de atractivos que van mucho más allá de la turística Dubrovnik y la cada vez más visitada capital, Zagreb.
Las temperaturas más clementes en la ciudad se registran de marzo a junio y de septiembre a noviembre, si bien, y aunque con frío, los mercados de Navidad ya empiezan a hacerse un hueco entre las opciones para incentivos ligadas con el final de cada año. Con conexión aérea directa con España, Croacia no tiene enlace con Latinoamérica.
Cabe destacar que algunos destinos todavía muy asociados al buen tiempo, como Dubrovnik, tienen muchos de sus hoteles cerrados de noviembre a febrero. Y que la competitividad de Croacia en cuanto a precios tiene que ver con el mantenimiento, no por mucho tiempo, de su moneda: la kuna croata está llamada a desparecer en la próxima década, pero todavía le permite al país jugar con ventaja en cuanto a los destinos que se han pasado al euro.
Zagreb
La capital todavía forma parte de los atractivos desconocidos de Croacia. No tiene nada tiene que ver con Dubrovnik, situada a tan solo 150 kilómetros: mientras que la costa croata es mediterránea en todos sus aspectos, Zagreb está impregnada de un marcado carácter centroeuropeo. De hecho los habitantes de la costa se refieren a la ciudad como “el continente”, una expresión que debería abarcar en realidad a toda la zona continental de un país que cuenta más de 1.200 islas.
Zagreb es una ciudad que sorprende. La sobriedad que transmite en una primera impresión se convierte pronto en calidez: solo hace falta ingresar en el casco antiguo y dejarse llevar por el ambiente de calles peatonales repletas de terrazas como la calle Tkalciceva.
Adaptándose a la demanda creciente de ofrecer a los grupos experiencias únicas en destino, la capital croata se ofrece a los participantes en una convención e incentivo en momentos del año especiales para sus habitantes. Entre ellos destaca el Adviento, en diciembre, cuando la ciudad se transforma con la Navidad. Los mercados no solo suponen una opción para degustar productos, también para vivir experiencias ligadas a la gran variedad de actividades que se pueden organizar en torno a la temática.
En el mes de marzo tiene lugar el Festival de las Luces: las iluminaciones recrean diferentes ambientes que abarcan desde un bosque a un acuario en pleno centro, o fachadas reinventadas a través de mapping, incluyendo universos desconocidos definidos por curiosos personajes que sorprenden al visitante.
Durante todo el año, Zagreb presume de sus mercados como excusa para una inmersión en la vida local, programando actividades de teambuilding con la adquisición de productos croatas y elaborando recetas típicas en equipo durante una clase de cocina.
El mercadillo de Dolac, en el casco antiguo, es el más llamativo y se encuentra junto a algunos de los emblemas de Zagreb: las calles Opatovina y Tkalciceva, la catedral y la Puerta de Piedra… con la posibilidad de extender la visita a los barrios Gradec y Kaptol tras degustar delicatessen locales.
Espacios singulares
Sorprende la cantidad de venues con encanto que se ofrecen para grupos MICE. Entre ellos destaca la biblioteca, para cenas de gala hasta 250 comensales, que alberga el edificio de los Archivos Nacionales. No es el único de los espacios art nouveau de los que dispone Zagreb.
El bonito Illyrian Hall, cuyo nombre homenajea a quienes lucharon por la independencia del país, no solo es un emblema histórico sino que alberga cócteles de hasta 220 invitados o conciertos para 150 personas.
El Instituto Croata de la Música, inaugurado en 1827, sigue siendo un club que reúne a los apasionados de la música clásica. Pero también es uno de los espacios con más capacidad del destino, ya que puede albergar cenas de gala de hasta 450 comensales.
Cualquiera de los bonitos patios que salpican la ciudad antigua se prestan a la organización de un welcome drink a partir de abril y hasta el mes de octubre. El patio del Instituto del Idioma Antiguo Eslavo es ejemplo de ello.
En el casco antiguo, y muy acorde con ese ambiente de destino emergente que se respira en Zagreb, abrió sus puertas una galería que ofrece sus espacios para eventos de empresa: el Museo de las Relaciones Rotas. Recoge todo tipo de objetos procedentes de todo el mundo. El nexo común a todo lo expuesto es que sirvió en algún momento para simbolizar una ruptura sentimental. En el bar se pueden organizar cócteles para 50 personas.
Hotelería en Zagreb
El Sheraton Zagreb, inmerso en un proceso de renovación que ha finalizado con la suite presidencial, sigue figurando entre los principales hoteles para eventos profesionales en la capital croata, con más de 1.500 m2 de espacio repartidos en catorce salones.
Con la inauguración en 2018 del Amadria Park Hotel Capital en el centro, Zagreb amplió su oferta para grupos. El hotel ocupa un edificio de principios del siglo XX completamente remodelado y con 112 habitaciones. Cuenta con la distinción Heritage por ser un inmueble emblemático. Para eventos se ofrece el Capital Business Salon, de 50 m2 y el Capital Private Club, de 30 m2.
Canopy by Hilton, segundo establecimiento de la marca en Europa, abrió sus puertas también en 2018 en el corazón de la ciudad. El hotel, muy enfocado en el segmento millennial, ha sido decorado siguiendo premisas del street art, el modernismo y el barrio en el que se ubica. Cuenta con 151 habitaciones.
Por las tardes, el bar ofrece aperitivos locales a sus clientes de manera gratuita. Para eventos profesionales cuenta con dos pequeñas salas de reunión con capacidad para diez y 16 delegados.
Entre el casco antiguo y el aeropuerto abrió sus puertas en 2019 el Hilton Garden Inn, con 153 habitaciones y 8.000 m2 de espacio para eventos dotados de vistas panorámicas de la ciudad.
El ya casi centenario The Esplanade Zagreb Hotel —ya ha celebrado su 95º aniversario—, de cinco estrellas, es el hotel con más solera de la ciudad ya que abrió sus puertas en 1925. Fue concebido en un principio para los pasajeros del Orient Express como parada en su trayecto de París a Estambul.
En 2004 reabrió sus puertas tras una renovación completa, aunque las 208 habitaciones siguen emanando clasicismo y elegancia. El salón Emerald puede albergar eventos de hasta 250 personas. Otras siete salas sirven para operaciones de entre diez y 185 delegados.
Los receptivos locales se esfuerzan por crear propuestas adaptadas a la idiosincrasia local, como el apagado manual de los faroles del casco antiguo durante la noche. Los alrededores de la ciudad esconden numerosas alternativas: las más llamativas para el segmento MICE han sido seleccionadas por el convention bureau local en el programa Around Zagreb. Las bodegas de vino que se encuentran a 30 kilómetros de la capital también reciben a grupos deseosos de degustar los caldos croatas, muchas veces en actos amenizados con bailes tradicionales.
Dubrovnik
La conocida como Perla del Adriático concentró durante muchos años a los turistas que llegaban al país. Sin duda la temperatura media anual de 18º y las más de 2.600 horas de sol al año han contribuido a su éxito. Por eso actualmente la ciudad cuenta con infraestructura para todos los gustos: desde establecimientos que ofrecen calma ante el bullicio de la ciudad amurallada a pequeños hoteles boutique ideales para una privatización completa en el interior de la joya más preciada de Croacia.
Entre los más utilizados para grupos MICE en categoría cinco estrellas fuera de la ciudad amurallada, el Grand Villa Argentina está situado a pie de mar y es famoso por sus cuatro magníficas villas para invitados VIP.
El Royal Princess Dubrovnik, también de cinco estrellas, cuenta con un centro de convenciones propio que incluye salas de entre 35 y 350 m2 o la impresionante Coral Banquet, en la que los invitados parecen estar rodeados de mar. Las vistas al Adriático son sin duda el mayor atractivo de ambos hoteles.
La navegación al caer al día admirando la ciudad amurallada es una de las actividades ineludibles en Dubrovnik: como posible punto de partida, el Sun Gardens, a doce kilómetros de la parte más antigua, alberga 201 habitaciones y una pequeña marina. Es ideal para grupos de incentivo grandes en programas que incluyan practicar deporte, ya que cuenta con pista de squash, muro de escalada, tres pistas de tenis, un campo de fútbol y área de volley.
El Rixos Premium Dubrovnik es un clásico que parece sobrevolar el mar ocupando un acantilado a quince minutos a pie del casco antiguo. Ha sido completamente renovado y cuenta con 310 habitaciones, 2.000 m2 de spa y piscinas cubierta y al aire libre, así como el único hammam de la ciudad. Cuenta con siete espacios para operaciones MICE que en circunstancias normales pueden recibir hasta 900 invitados simultáneamente.
El Hilton Imperial Dubrovnik también forma parte de los establecimientos que han renovado sus instalaciones. Ocupa un edificio de finales del siglo XIX muy cercano a la puerta Pile, que cerraba la ciudad en los tiempos de la República de Ragusa (hoy Dubrovnik), allá por el siglo XIV. Tiene 149 habitaciones y espacios para eventos de hasta 250 asistentes.
Ciudad amurallada
Todos los hoteles para grupos grandes se encuentran en los alrededores de la ciudad amurallada, que nació en el siglo VI como una aldea en lo alto de la isla de Laus. Sus murallas, calles y plazas son el testimonio de una rica historia. Cabe destacar que la afluencia, antes de la pandemia de Covid-19, era a veces difícil de sortear en meses de cruceros. Fuera de la temporada más turística, los accesos al casco antiguo son rápidos y permiten la admiración del bello entorno.
El ascenso en funicular a lo alto del vecino monte Srdj tampoco suele faltar en los programas en Dubrovnik. Permite hacerse una idea del conjunto antes de sumergirse en su historia en un recorrido por el interior. La afluencia de turistas es especialmente masiva con la caída del sol: las vistas lo merecen.
The Pucic Palace ocupa un edificio barroco en el interior de la ciudad amurallada y sus 19 habitaciones recuerdan el prestigio que algunas residencias llegaron a tener durante la antigua República de Ragusa.
Hoy en día sigue siendo un reducto de exclusividad en el corazón de la ciudad antigua recomendable para privatizaciones completas. Cuenta con un pequeño patio para eventos privados y acceso propio a la vecina playa Banje.
El interior de la ciudad amurallada alberga bonitos palacios que hoy son los venues más utilizados: el Palacio del Rector, del siglo XVI, es el más codiciado para cenas de gala por su inestimable valor histórico. Puede recibir hasta 120 invitados sentados en recepciones en las que el propio “rector” puede dar la bienvenida a los asistentes acompañado de un coro renacentista.
En el mismo estilo, el Palacio Sponza, también del siglo XVI, es un bonito edificio en el que se mezclan elementos góticos y renacentistas. Puede acoger banquetes de hasta 90 comensales.
Las murallas y fortalezas que tan bien definen el carácter de Dubrovnik pueden ser utilizadas para eventos: prueba de ello son los cócteles de hasta 800 invitados que se realizan en la fortaleza de Lovrijenac. En el exterior de la ciudadela, y con bonitas vistas del recinto amurallado, la fortaleza sirve para cenas de gala de hasta 500 comensales, programas de teambuilding y veladas musicales.
Incentivos de mar y campo
Las posibilidades de incentivo y teambuilding en Dubrovnik giran en torno al mar. El cóctel a bordo de un velero disfrutando de las vistas de la bahía y la ciudad amurallada durante la puesta de sol no falta en ningún programa.
Frente al hotel Excelsior se encuentra la isla de Lokrum, deshabitada y en la que se pueden organizar actividades para grupos de hasta 300 personas en torno al monasterio benedictino del siglo XIII. Llegar hasta la isla puede ser la excusa para una competición sobre el agua. De regreso se puede organizar una degustación de ostras y mejillones en cualquiera de los criaderos que se sitúan en torno a la península de Peljesac.
Las islas Elafiiti se encuentran a 20 kilómetros de la ciudad amurallada y es un archipiélago de catorce islas de las que solo tres se encuentran habitadas. El paseo en barco con sesiones de baño es otra de esas propuestas que recuerda que, sin estar tan lejos del llamado “continente”, en Croacia el Mediterráneo convive pacíficamente con culturas del centro de Europa.
Los trayectos se pueden realizar en barcos rápidos, incluyendo la visita de tres islas con pruebas que resolver en cada una de ellas.
Cerca de Dubrovnik tiene lugar todos los domingos una actividad muy apreciada tanto por los lugareños como por los visitantes. En el pueblo de Cilipi, en el valle de Konavle. y a partir de las once de la mañana, un grupo de folclore anima el ambiente tras salir de la misa.
Los extranjeros suelen terminar bailando con los locales, en su mayoría gente mayor, que se resiste a abandonar sus indumentarias tradicionales y aprovechan la ocasión para presentar sus artesanías. Esta región, la más meridional del país, es famosa por sus arraigadas tradiciones y la hospitalidad de los lugareños.
En un marco natural idílico, Konavoski Dvori es un restaurante para grupos de hasta 250 personas al aire libre (200 en el interior). La cocina tradicional atrae a muchos locales tras el baile que sigue a la misa de domingo. Esta parte del país es zona de viñedos, por eso también se organizan catas de vino y visitas a bodegas que se pueden acompañar de paseos a caballo, circuitos en bicicleta o safaris en jeep. La visita de antiguos molinos, paseos por el bosque… invitan a la relajación y el contacto con la naturaleza lejos del bullicio de Dubrovnik.
Split
A dos horas por carretera al norte de Dubrovnik, Split es conocida como la “segunda perla del Adriático” o “capital de la costa dálmata”. Es un destino lleno de historia que se hizo famoso por sus playas. No tan famosa a nivel internacional como Dubrovnik, también presume de su clemente clima. Fue el emperador romano Diocleciano quien fundó la ciudad en el siglo III, buscando un lugar bonito y retirado junto al mar donde finalizar su vida.
De esta época quedan numerosas ruinas en la ciudad, muy útiles en búsquedas del tesoro que conlleven descubrir la historia. Entre ellas destaca la del propio palacio de Diocleciano que, más allá de ser un palacio, es hoy una ciudadela cuyo origen nace en la ocupación por parte de los locales del recinto palaciego con la invasión de los bárbaros.
Actualmente viven en el palacio-ciudadela de Diocleciano 3.000 personas, en lo que constituye un interesante ejemplo de espacio reconvertido por la incursión de la historia.
Junto al mar, en el Briig Boutique Hotel, el diseño y las vanguardias se han puesto al servicio de los azules de las aguas que completan la decoración de las habitaciones. En total son 62. Para eventos cuenta con dos espacios, de 20 y 252 m2 respectivamente.
El complejo Ambasador es una de las grandes novedades que se espera en la costa dálmata: fruto de la demolición de un edificio de 1937 construido frente al mar, tendrá 101 habitaciones, piscina de 120 m2 y ya se vaticina que la gran terraza será uno de los espacios de moda para eventos.
El Amphora Hotel, de 296 habitaciones, es además un museo de ánforas que se ofrece para convenciones alejadas de la ciudad y en las que terminar las jornadas profesionales en la playa o el spa. La sala destinada a conferencias puede recibir en condiciones normales a 300 delegados.
En catamarán se puede disfrutar de una jornada de baño que culmine en la isla de Hvar. En realidad se trata de una ciudad portuaria a 45 minutos de navegación de Split nacida en el siglo XIII, por lo que no solo ofrece playas sino también una historia que puede condimentar programas de teambuilding en entornos paradisíacos.
El hotel Palace Elisabeth, miembro de Leading Hotels of the World, ocupa uno de esos edificios históricos y rinde homenaje al clasicismo en la plaza central de Hvar, considera la más grande de toda la costa dálmata. Es un reducto de exclusividad con playa privada y 45 habitaciones, y la posibilidad de desplazar a los grupos en transfer privado desde Split.
De regreso al norte
La naturaleza, y no solo la ligada al mar, es otro de los atractivos de Croacia. En el norte del país, el Parque Nacional de los Lagos de Plitvice es una auténtica maravilla. El agua es aún más transparente que la del Adriático en este área calcárea salpicada de cascadas y pasarelas.
En primavera, cuando la temperatura comienza a subir, es posible privatizar uno de los barcos que transportan a los turistas de una ribera a otra de los lagos. Se suelen organizar fiestas al anochecer en las que deleitarse de las mil tonalidades de verde y azul.
Quienes estén dispuestos a soportar las bajas temperaturas invernales —hasta –23º—, descubrir el parque con las cascadas y lagos congelados es toda una experiencia. La planta hotelera es muy básica en los alrededores, los grupos alojados en Zagreb deben contar con dos horas de transporte por carretera.
Península de Istria
A tres horas y media de Plitvice, recorriendo buena parte de la costa, se accede a la península de Istria, la más septentrional de Croacia y actualmente dividida entre Croacia, Eslovenia e Italia. Pueblos medievales, viñedos, campos de olivos y playas se combinan en esta parte del país que cada vez atrae a más grupos de incentivo.
El mejor punto de partida para explorar esta región puede ser la romántica ciudad de Rovinj, de calles adoquinadas y coronada por la iglesia de Santa Eufemia. Parece un pequeño concentrado de la costa croata al sumar pequeña ciudad llena de interés con archipiélago vecino para quienes buscan playas menos exploradas.
Desde la ciudad antigua de Rovinj parte un paseo junto al mar que conduce a la marina. Aquí, el Grand Park Hotel Rovinj, rodeado de pinos, ofrece desde sus 209 habitaciones instaladas en terrazas vistas del casco antiguo de Rovinj y la vecina isla de Santa Catalina.
Además del glamur que se desprende de la zona en la que se ubica, propone cinco espacios para eventos de hasta 250 personas y la posibilidad de acondicionar un área privada en el paseo Lungomare, la exclusiva rambla que comunica el hotel con la marina.
Maistra es el grupo hotelero propietario de este establecimiento. Cuenta en las cercanías con el hotel Lone. Se ubica junto al mar pero dentro del Parque Natural Golden Cape. Es un recinto muy utilizado para grandes convenciones ya que cuenta con 248 habitaciones, 16 de ellas con piscina privada, siete espacios para eventos y capacidad para 650 personas en el más amplio.
Gran diversidad
No solo de trata de la diversidad de playas, que van desde las de fina arena a las piedra, pasando por las más inaccesibles bajo imponentes acantilados. Croacia es una encrucijada en la que se mezclan ingredientes mediterráneos y centroeuropeos que se combinan en tradiciones dotadas de gran exotismo y una gastronomía que sorprende. Con el aliciente de que para los grupos MICE las opciones resultan asequibles si se comparan en cuando a singularidad y originalidad con las que proponen otros destinos competidores… al menos mientras se mantenga la kuna.
Croacia es además un país de leyendas que dan mucho juego para incentivos temáticos o programas de teambuilding que conduzan a descubrir todos los mitos que el destino esconde.
Por ejemplo, el nombre de Zagreb procede de la palabra “sacar” en croata, utilizada cuando un gran general de paso por la ciudad, en ese momento desértica, clavó su espada en el suelo y obtuvo agua. Todavía hoy puede observarse esa fuente original durante una parada por el casco antiguo mientras se observan las torres de la catedral.
Es solo una de las múltiples historias que decoran un destino que además habla español gracias a la cantidad de turistas de esta nacionalidad que desembarcaron, primero en Dubrovnik, y después en el resto del país en las últimas décadas. “No hay nada más poderoso en el mundo que una buena historia”, dijo Tyrion Lannister en Juego de Tronos ante las murallas de Dubrovnik… Croacia la tiene.
Teambuilding en Croacia
Noches de Zagreb
Los faroles de la ciudad antigua de Zagreb esconden historias que se pueden descubrir durante un recorrido en el que los participantes deben apagarlos como si se encontrasen en la época medieval, como actividad previa a un concierto de música clásica
Asalto pirata
Durante una puesta de sol admirando Dubrovnik, el barco en el que se encuentra el grupo puede ser asaltado por una banda de piratas. Solo accederá a la liberación si los secuestrados consiguen descubrir una serie de secretos escondidos a bordo.
Tesoros en el mar
Las islas Elaphiti, vecinas de Dubrovnik, son el marco ideal para la realización de programas de teambuilding relacionados con el mar y la naturaleza, con búsquedas del tesoro bajo el agua que permitan al mismo tiempo disfrutar de la calidez del mar Mediterráneo.
En forma
DT Croatia propone comenzar el día recorriendo las murallas de Dubrovnik… corriendo sobre ellas. Son casi 2.000 metros de carrera rodeando la ciudad amurallada desde una altura de 60 metros con magníficas vistas del destino.
Escenarios de Juego de Tronos
El famoso Desembarco del Rey de la ya mítica serie Juego de Tronos tuvo como escenario la ciudad amurallada de Dubrovnik. “No hay nada más poderoso en el mundo que una buena historia”, dijo Tyrion Lannister mientras observaba las murallas de la ciudad…
No es el único lugar del destino que aparece en la serie: la fortaleza de Lovrijenac y la puerta de Pile también han sido el marco de diferentes escenas. La fortaleza se convirtió en la Fortaleza Roja mientras la bahía de Dubrovnik “albergaba” la batalla naval de Blackwater durante la que se intentó detener el desembarco del monarca. En el Arboretum de Trsteno varios personajes gestaron muchas de las acciones acaecidas en la serie.
La región de Split tambie´n albergó momentos como la batalla entre Stannis, pretendiente al trono, y las tropas de los Lannister. Las calles de la ciudad recuerdan los paseos de Daenerys Targaryen.
Croacia no solo ha servido como decorado para escenas de Juego de Tronos. Star Wars, Robin Hood o Fan, de Bollywood, también eligieron locación en Croacia y pueden ser escenario de divertidas reproducciones durante un programa de teambuilding.
Información práctica
Moneda Kuna croata (HRK)
Huso horario GMT +1
Tipo de enchufe
Clavijas tipo C / F – Voltaje común 230 V
Aeropuertos internacionales
Zagreb (ZAG)
Dubrovnik (DBV)
Split (SPU)
Más información
CROATIAN NATIONAL TOURIST BOARD
Mirjana Resner
Head of Convention Bureau
Tel. +385 1 46 99 304
mirjana.resner@htz.hr
www.meetingscroatia.hr