El grupo Air France-KLM propone a sus clientes corporativos la posibilidad de desempeñar un papel activo en hacer los viajes más sostenibles en el futuro. Las empresas pueden estimar las emisiones de carbono asociadas a los desplazamientos por trabajo de sus empleados y compensarlas con una contribución anual al programa corporativo SAF (Sustainable Aviation Fuel en sus siglas en inglés) de abastecimiento y utilización de combustible sostenible para la aviación.
Al invertir en este programa, las empresas ayudan a reducir las emisiones de carbono y contribuyen a la transición ecológica del transporte aéreo, apoyando soluciones innovadoras como el combustible sostenible. Hoy día, se puede fabricar combustible a partir de aceites usados, productos de desecho y residuos forestales, y utilizarlo en los aviones sin necesidad de modificar los motores. Su uso puede reducir las emisiones en más de un 85% en comparación con los carburantes tradicionales.
Air France y KLM participan ya desde hace años en programas de investigación y desarrollo en el campo de los combustibles alternativos. En 2011, las dos aerolíneas estuvieron entre las primeras en operar vuelos comerciales con combustible sostenible.