¿ES POSIBLE UN HOTEL 100% SOSTENIBLE?

El sector hotelero se ha comprometido a reducir su huella de carbono y las medidas implementadas son cada vez más eficientes. Pero, para que un hotel sea verdaderamente sostenible, se requieren más iniciativas que tengan un impacto positivo, y duradero, con respecto al medioambiente y la comunidad donde se encuentre.

Por Cristina Cunchillos

La industria hotelera contribuye en un 1% al volumen global de emisiones de carbono y se prevé que esta cifra aumente en correlación con el incremento de la demanda, según la Organización Mundial del Turismo (OMT). 

Para que este crecimiento no impida alcanzar el objetivo del Acuerdo de París, que fijaba
Por otro lado, en la última década han nacido nuevas cadenas hoteleras que se definen precisamente por su enfoque sostenible. En 2015, SH Group lanzó 1Hotels, una marca de “hoteles de lujo con propósito”. Su diseño se presenta como de bajo impacto, utilizando materiales naturales o recuperados en la medida posible, y sus habitaciones son libres de plásticos y papel. La naturaleza se preserva en forma de jardines y obras de arte dentro de los hoteles. La cadena cuenta con diez propiedades, la mayoría en Estados Unidos, y acaba de inaugurar su primer hotel en Londres. En los próximos años se sumarán otros establecimientos en París, Copenhague y Creta (Grecia).

Son argumentos que puede orientar a la hora de elegir una opción sostenible. Pero, más que palabras o certificados, el hotel debe mostrar su compromiso con acciones palpables, demostrables día a día, en todos los aspectos de su gestión.

¿Qué es un hotel sostenible?

Cuando se habla de sostenibilidad, se trata de buscar el equilibrio entre la protección del medioambiente, el bienestar social y el desarrollo económico. Es un concepto muy amplio, y a la hora de hablar de las prácticas de una empresa, o en este caso una cadena hotelera, es más frecuente referirse a la aplicación de criterios de inversión ambientales, sociales y de gobernanza: ESG, por sus siglas en inglés o ASG en español. 

IHT, en asociación con Bioscore, ha publicado un “Estudio de la aplicación de buenas prácticas en materia de sostenibilidad para el sector hotelero español” con recomendaciones en favor de la sostenibilidad ambiental, social y económica, desde la perspectiva de los criterios ASG.

En general, las iniciativas de los hoteles se pueden dividir entre aquellas dirigidas a la reducción de las emisiones de efecto invernadero, y las que buscan tener un impacto positivo en el medioambiente o la comunidad local.

1. Reducir la huella de carbono

Muchas cadenas se han comprometido a reducir a cero neto sus emisiones de carbono en 2050, pero algunas tienen objetivos más ambiciosos, como el Grupo Iberostar, que aspira a conseguirlo en 2030. Ha publicado una hoja de ruta para reducir las emisiones absolutas de gases de efecto invernadero de alcance 1 (emisiones directas producidas por la quema de combustibles) y 2 (emisiones indirectas generadas por la electricidad consumida y comprada) en un 85%. 

Las de alcance 3 (todas las emisiones indirectas de gases de efecto invernadero derivadas de la actividad del hotel y que provienen de fuentes que no están bajo su propiedad o control), serán reducidas en un 50% en 2030, compensando el resto con programas de protección y restauración de los ecosistemas en los destinos en los que opera. En 2022 la compañía declaró haber logrado reducir su huella de carbono en un 10%.

Herramientas de medición

Existen herramientas que permiten a los hoteles calcular esta huella, implementar medidas para su reducción y monitorizar su progreso. La Alianza de Hospitalidad Sostenible ofrece una herramienta gratuita: HCMI (Hotel Carbon Measurement Initiative). 

Hay cadenas, como IHG Hotels & Resorts, que han creado su propio sistema de medición. IHG Green Engage permite a los establecimientos medir su impacto y elegir entre más de 200 soluciones para reducir su consumo de energía y agua, o gestionar mejor sus desechos.

Sin embargo, ninguna iniciativa puede por sí sola reducir a cero las emisiones generadas por un hotel, así que se trata de combinar diferentes acciones. No todos los establecimientos  podrán aplicar las mismas medidas ni tendrán los mismos condicionantes, entre otras cosas porque el impacto depende del tamaño y la ubicación de la propiedad.

Consumo energético

La eficiencia energética, combinada con el uso de electricidad procedente de fuentes renovables, es clave para reducir la huella de carbono. Instalar electrodomésticos e iluminación de bajo consumo y equipos eficientes de climatización y ventilación, aprovechar al máximo la luz natural o mejorar los  aislamientos en tejados, paredes y ventanas, son algunas de las posibles medidas. 

También se puede realizar un consumo más inteligente, por ejemplo, reduciendo la temperatura de la lavandería, apagando los minibares por defecto o instalando sensores de movimiento en la iluminación de los pasillos.

En 2022, Grupo Piñero redujo su consumo de energía en un 28% con respecto a 2018 gracias a la instalación de fuentes de energía renovable destinadas al autoabastecimiento, la modernización de los equipos, la monitorización de los puntos de consumo y la automatización de procesos e instalaciones demandantes de energía. 

Iberostar cuenta ya con cuatro propiedades 100% eléctricas y abastecidas únicamente con energía renovable que, según la compañía, han conseguido de este modo reducir a cero su huella de carbono. 

El último hotel en alcanzar el objetivo es el Iberostar Cristina en Palma de Mallorca, que cuenta con placas de inducción en sus cocinas, secadoras eléctricas en la lavandería y bombas de calor para la calefacción y el agua caliente sanitaria. Toda la energía que alimenta al hotel es de origen renovable, incluyendo una parte de autoconsumo fotovoltaico gracias a las placas solares instaladas en la azotea. 

Meliá Hotels International también apuesta por la innovación tecnológica y las energías limpias. Su modelo de gestión ambiental y energético (SAVE) ha permitido en palabras de su dirección “reducir significativamente el consumo de energía y la emisión de gases contaminantes a la atmósfera”. El 37,6% del consumo de sus hoteles procedería actualmente de fuentes renovables.

Su nuevo resort Villa Le Blanc en Menorca (España), se presenta como referente de turismo responsable por su construcción y gestión energética eficientes. Utiliza energía solar, geotérmica o de biomasa y tecnología domótica para minimizar el consumo. Los sistemas de climatización utilizan agua del mar para intercambiar energía, logrando una reducción del consumo energético de hasta un 40%.

Otros ejemplos de ahorro energético incluyen el hotel Alfonso XIII, A Luxury Collection Hotel en Sevilla (España), de la cadena Marriott. Instaló un dispositivo en sus frigoríficos comerciales que ha generado, según el establecimiento, un ahorro de energía del 20%, además de reducir el desperdicio de alimentos. Una campana extractora en su cocina ha permitido ahorrar más de 210.000 kilovatios/hora de electricidad al controlar los ventiladores y suministro de aire según demanda. Además, se instalará una planta fotovoltaica para autoconsumo con capacidad para generar 46.000 kilovatios/día.

Aplicar este tipo de medidas puede resultar costoso. Para contribuir en la financiación, la plataforma Flobers ha lanzado un programa de inversión en instalaciones de autoconsumo fotovoltaico en el sector hotelero que se ha utilizado en dos hoteles de Cádiz (España).

Consumo de agua

El agua es un recurso vital cuya disponibilidad se puede ver mermada por los efectos del cambio climático, haciendo imprescindible un consumo más inteligente. La instalación de inodoros de doble descarga, renunciar al cambio y lavado diario de toallas y sábanas, recoger el agua de la lluvia o instalar sistemas de riego inteligente son algunas de las medidas que los hoteles pueden aplicar.

En junio, Meliá Hotels International lanzó su proyecto MAGNUM, destinado a mejorar la gestión y consumo de los recursos hídricos mediante el uso de una reproducción gemela digital de la infraestructura de agua de los hoteles. La herramienta MAGNUM Digital Twin permite monitorizar el consumo y analizar datos de forma remota y en tiempo real, detectando anomalías y áreas de mejora para una explotación más sostenible de los recursos hídricos. Actualmenre está siendo probada en dos propiedades del grupo en España  –Gran Meliá Palacio de Isora en Tenerife y Meliá Palma Marina en Mallorca– antes de su implementación global.

Otros hoteles apuestan por el reciclaje como medida insignia. St. Regis Mardavall Mallorca Resort (España), de la cadena Marriott, cuenta con un sistema de regeneración de aguas grises, que al año recupera y recicla una media de 3.500 m3 de agua procedente de las duchas, lavabos y bañeras de las habitaciones del hotel. 

Gestión de residuos

Eliminar los plásticos de un solo uso, reducir el desperdicio de comida, separar y reciclar residuos debidamente, también forman parte de las premisas básicas en una economía circular, que propugna además la reutilización de materiales.

Grupo Iberostar aspira a ser una empresa zero waste (cero desechos), es decir, que no envíe residuos a ningún tipo de vertedero, en 2025. Apuesta por el uso de inteligencia artificial para reducir el desperdicio alimentario. La tecnología de la empresa Winnow, instalada ya en las cocinas de cinco de sus hoteles, reconoce los alimentos desechados, los pesa, analiza y calcula el coste, generando informes diarios que permiten tomar decisiones en favor de reducir desperdicios. El grupo hotelero estima que, con este sistema, que se ampliará a todos sus hoteles en septiembre, se podrían ahorrar más de 1.600 toneladas de alimentos al año, y reducir los costes derivados de la manipulación de los mismos entre un 8% y un 20%.

La implicación de la plantilla es fundamental a la hora de reducir residuos. Marriott International ha puesto en marcha una campaña educativa interna dedicada a la prevención y reducción del desperdicio de comida con el fin de reducirlo en un 50%. También sus hoteles implementan diferentes medidas. En el JW Marriott Cancún Resort & Spa en México, la máquina ORCA “digiere” hasta una tonelada de residuos alimenticios al día, convirtiéndolos en un líquido inofensivo para el medioambiente. 

El hotel W Barcelona en España se ha asociado con la oenegé  Nutrición Sin Fronteras para distribuir los alimentos no utilizados entre las familias del área local y convertirse así en un hotel con cero residuos alimentarios. En 2022 repartió un total de 1063,7 kilos.

En la iniciativa Hoteles Circulares de Meliá Hotels International, se recogen los residuos orgánicos de los hoteles participantes y se convierten en compost para el sector agrario local, que a su vez abastecerá al hotel con sus productos.

2. Un legado positivo

Otras acciones implementadas por los hoteles en materia de sostenibilidad tienen como objetivo aportar algo positivo al medioambiente o a la comunidad local. Se percibe, y comunica, no solo como una forma de compensar el impacto derivado de su actividad económica, sino también de generar un legado para que futuras generaciones puedan disfrutar del mismo entorno e iguales, o mejores, condiciones socioeconómicas.

• Protección y regeneración de la naturaleza

Plantar árboles es una iniciativa habitual para compensar la huella de carbono. Marriott International es uno de los miembros fundadores de Evergreen Alliance, una alianza de colaboradores de la Fundación Arbor Day. En los últimos años la cadena declara haber plantado más de 415.000 árboles.

Otros hoteles colaboran en programas de limpieza de playas y otros entornos naturales locales, ofreciendo también a sus clientes la posibilidad de participar en los mismos. A través de su programa Wave of Change, Grupo Iberostar se ha comprometido a vincular el turismo responsable y la protección de los océanos. Sus iniciativas incluyen la creación de viveros de corales en el Caribe, la restauración de ecosistemas de dunas costeras en México y la plantación de manglares en humedales de la República Dominicana. 

En España, junto al Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (IMEDEA), ha lanzado un proyecto de Hoteles-Observatorio que monitorizan y analizan los efectos del cambio climático en las playas de Mallorca, con el fin de preparar un plan de acción para la protección de la costa.

Meliá cuenta con un programa de protección de especies en peligro de extinción en México y República Dominicana: Welcome to Life. Desde 2017, con la colaboración de más de 3.700 huéspedes, empleados y miembros de la comunidad local, aseguran haber protegido más de 1.000 nidos de tortuga. 

• Cuidado de las personas

Además de proteger su entorno natural, cada vez son más los hoteles que presumen de cuidar de su recurso más valioso: su personal. Para ello dicen ofrecer un entorno de trabajo seguro, saludable y basado en los principios de diversidad, equidad e inclusión. Ofrecer oportunidades de formación para la mejora de habilidades profesionales y la progresión personal dentro de la empresa, es tan importante como un salario justo.

IHG Hotels & Resorts cuenta con su propia Academia, que el año pasado proclamó haber ayudado a más de 7.400 participantes a conseguir empleo en el sector. En 2021 el grupo creó una plataforma de formación online gratuita, IHG Skills Academy, disponible en más de 90 países.

• Apoyo a la comunidad

A través de la contratación de proveedores locales y la compra de alimentos de proximidad, los hoteles no solo reducen su huella de carbono sino que contribuyen a la prosperidad de la comunidad. Tres propiedades del grupo Marriott International en Mallorca (España) colaboran con una fundación local que da trabajo a colectivos desfavorecidos, en proyectos a través de los que se reacondicionan muebles donados por los hoteles o reutilizan materiales textiles convirtiéndolos en artículos personalizados, como neceseres y bolsos de playa. En México, hoteles como Hacienda del Mar Los Cabos, Westin Guadalajara o W Mexico City recolectan tapones de plástico que se reciclan y generan fondos para el tratamiento de niños con cáncer.

Meliá Hotels International trabaja con la empresa de productos sanitarios Diversey para cubrir las necesidades de salud de las comunidades locales más vulnerables de Asia Pacífico y América. A través del proyecto Soap4Hope, asegura haber reciclado 80 toneladas de jabón sobrante de sus hoteles para donarlo a estos colectivos.

Son algunos ejemplos. Existen muchas formas de hacer que un hotel sea sostenible, desde grandes proyectos a pequeñas iniciativas, ya sean de carácter medioambiental, social o económico. No se trata de una competición, sino de una implicación real, y demostrable, a la que todo el sector debe aspirar.

Para este tema hemos entrevistado a
Anna Dacam Gerente del Programa Medioambiental en Sustainable Hospitality Alliance
“En los casos de greenwashing se afirma que un hotel es 100% sostenible sin aportar detalles o pruebas”

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