Reino Unido ya ha implantado el sistema Electronic Travel Authorisation (ETA), con el que los viajeros de 48 países no europeos deberán realizar un control online previo para poder entrar en el territorio.
Desde el 8 de enero, esta nueva regulación afecta a países que antes no necesitaban visado para estancias de corta duración, incluyendo Estados Unidos, Australia, Hong Kong y Singapur.
Además, el requisito se extenderá también a los viajeros procedentes de países europeos a partir del 2 de abril de 2025, aunque las solicitudes podrán realizarse desde el 5 de marzo.
Las personas que necesiten visado obligatorio para entrar en Reino Unido tendrán que seguir obteniéndolo y no solicitarán el ETA. En caso de que un viajero realice la solicitud de la autorización y se le deniegue, deberá solicitar un visado para entrar en el país.
La solicitud del ETA tiene un precio de 10 libras (casi 12 euros) y permite realizar múltiples entradas en Reino Unido durante un periodo de dos años, para estancias máximas de seis meses.
Con esta digitalización, las autoridades esperan que mejore la seguridad fronteriza y se igualen las condiciones entre ciudadanos con y sin visado.
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A partir del 2 abril de 2025, el país exigirá una autorización electrónica de acceso al territorio, que tendrá una vigencia de dos años y un coste de 12 euros.