Por Cristina Cunchillos
Inmersiones en mundos aristocráticos de película y la cultura y gastronomía locales,
encuentros con “personajes históricos”… son ideas de las agencias receptivas para
motivar a los participantes a través de teambuildings interesantes.
Downton Abbey
La famosa serie de televisión, y recién estrenada película, Downton Abbey, inspira al DMC británico Spectra, que invita a los grupos a revivir esa época y convertirse, por un día, en auténticos mayordomos, lores y ladies, en la casa ducal Cliveden House en la campiña inglesa. Incluso, si el presupuesto lo permite, en el propio castillo de Highclere donde se produjo el rodaje.
En la escuela de mayordomos, los participantes reciben una clase magistral de protocolo de la mano de un antiguo mayordomo de la Casa Real: cómo saludar, caminar, sentarse y, lo más importante, cómo preparar la mesa para el té. Después se intercambian los papeles y son los participantes quienes disfrutan de un auténtico afternoon tea. Eso sí, recordando las reglas del protocolo, lo que no es tan fácil como parece…
También pueden participar en algunas de las actividades que los aristócratas suelen realizar en sus casas de campo, como juegos de croquet, cetrería o tiro con arco. Para finalizar, qué mejor que una cena de gala, tal vez ejerciendo por momentos de mayordomos, donde compartir las experiencias del día y deleitarse con las historias y anécdotas de invitados especiales relacionados con la aristocracia (reales o de ficción).
Juegos urbanos
El DMC colombiano Andes Tours propone a los grupos un rally urbano por las calles de Bogotá en el que han de demostrar su creatividad, trabajo en equipo y competitividad, a la vez que descubren la historia y cultura del país. Guiados por tabletas táctiles, y divididos en equipos, deben superar retos que conllevan aprender sobre los grafitis, la historia de amor de Simon Bolívar y Manuelita Saenz en el Museo del Traje de La Candelaria; rodar su propia versión del romance como si de una telenovela se tratase… En el museo Botero deben encontrar el retrato de la famosa pareja bailando y hacerse una foto reproduciendo la escena.
Las decisiones han de tomarse con rapidez para no perder ni un solo minuto y ser los primeros en llegar al destino final, aunque solo eso no les garantiza la victoria. La originalidad en las fotos y vídeos es decisiva a la hora de elegir ganador.
Sabor danés
BDP invita a los grupos a meter, literalmente, las manos en la masa y adentrarse en la gastronomía del país en una clase de cocina en la que aprenden a preparar platos tan típicos como su bollería o su smørrebrød –la alternativa danesa a los bocadillos–. Ante todo, los participantes han de aprender la técnica para crear la masa danesa perfecta y darle forma haciendo sus propias caracolas, napolitanas y otros ejemplos de bollería con los que acompañar el café en sus reuniones, como hacen los daneses. En cuanto al smørrebrød, no solo se trata de mezclar, amasar y cocer el pan de centeno, para después rebanarlo, sino de pensar qué ingredientes irán encima de las rebanadas –siempre productos locales de temporada– para que sean sabrosas y lo más vistosas posible. En Dinamarca, el diseño se aplica a todo y es importante demostrar creatividad.
La experiencia de cocinar con compañeros y compartir tanto las impresiones como todo lo que han preparado en mesas comunitarias, en un ambiente informal y acogedor, conduce a otro concepto 100 % danés: el hygge.