Por Rocío Agenjo Casas
No se puede negar que estamos ante uno de los momentos más prometedores de la industria MICE, especialmente de los viajes de incentivo.
Según el Incentive Travel Index 2023 publicado a finales del año pasado por SITE (Sociedad para la Excelencia en Viajes de Incentivo, por sus siglas en inglés), los incentivos van adquiriendo más valor y reconocimiento por parte de las empresas.
Teniendo en cuenta los datos extraídos de las encuestas realizadas, este informe confirma un crecimiento sostenible en los próximos años. El 46% de los encuestados confirmó un incremento en 2023 con respecto a 2022; el 57% prevé un aumento durante este año y el 59% cree que seguirá creciendo durante el 2025.
Sin embargo, en los últimos años han tenido lugar acontecimientos mundiales inesperados que han provocado que el paradigma de los viajes de incentivo haya cambiado.
Un cambio en el concepto
Si bien antes se concebían como una forma de recompensar al empleado/cliente/representante para aumentar su motivación y, en consecuencia, las ventas y la cuota de mercado de la compañía, los incentivos ahora se consideran más una herramienta para potenciar sus capacidades personales y crear emociones.
Con ello, las empresas pretenden retener el talento o atraer nuevo, velar por el bienestar de las personas, consolidar la cultura corporativa y reforzar las relaciones personales y profesionales entre los trabajadores, especialmente cuando se trata de una plantilla muy diversa que combina el trabajo presencial y el telemático.
Ahora se consideran
una herramienta
para potenciar las
capacidades y crear
emociones
La apuesta por nuevos destinos
Para que quien recibe la recompensa viva una experiencia única e inolvidable, se apuesta por viajes a lugares más atractivos y originales, con arraigadas culturas y costumbres que destaquen por encima de otros destinos, en un intento de involucrar a los participantes en las actividades diarias de las comunidades locales, y con el objetivo de dejar en el participante una huella imborrable.
Buscando el bienestar del viajero, las compañías y las agencias diseñan los programas con una mayor personalización, según las preferencias, e incluyendo más tiempo libre para el disfrute de sus propios intereses.
Sobre este tema hemos entrevistado a
HOCINE BOUKHENAISSI Fundador y CEO de Quetzal Motivo
“Las demandas para Panamá han crecido de manera exponencial”
MARC GLATIGNY CEO de Colombia en Colores DMC
“Hemos notado un incremento en la valoración de la sostenibilidad y la
autenticidad”
FAY TAYLOR CEO de MTZ Destination Management Company
“En los programas ahora prima el bienestar de los participantes, más
que antes, por lo que se les da más tiempo libre”
DAVID SÁNCHEZ Director de MICE y DMC de PANGEA
“Los viajeros demandan más tiempo libre y las empresas hacer networking de calidad con sus invitados”
LANA PÉREZ CEO de Vap Incoming
“El tamaño de los grupos se ha reducido, igual que la duración de los programas, que ahora incluyen más tiempo libre”
CHLOÉ HATHAWAY CEO de Brazil Sensations
“Aunque la tendencia bleisure ya era evidente, se ha acelerado considerablemente”
VÍCTOR GÓMEZ Managing Partner de One Event
“La sostenibilidad está ganando peso en los incentivos, hasta el punto de ser un factor decisivo”
ALEXANDRE LEITAO Director de ventas de Liberty International
“Los destinos verdes con hoteles sostenibles e interacción con la
comunidad local marcarán tendencia en los próximos años”
Accede al contenido completo en la última edición de la revista PUNTO MICE
www.puntomice.com/punto-mice-55