ISLAS GALÁPAGOS (ECUADOR)- PURO INCENTIVO

A 1000 kilómetros del costa de Ecuador es posible disfrutar de las mejores clases de biología y geología con solamente mirar alrededor. Los paisajes volcánicos de las islas Galápagos, por los que pasean las tortugas gigantes, hacen relucir aún más los turquesas de las aguas del Pacífico y la claridad de una arena sobre la que transitan especies únicas.

CLASES MAGISTRALES

Por Eva López Alvarez

Pocas propuestas de incentivo pueden provocar un wow! inevitable antes de haberlas vivido. Anunciar como premio un viaje a las islas Galápagos va más allá de una recompensa. En realidad es la posibilidad de adentrarse en un laboratorio al aire libre donde todo lo que se ve ejerce de ejemplo viviente de lo que se puede aprender en cualquier clase de biología, botánica, geología… y en un entorno de playas paradisíacas en las que las puestas de sol se acompañan de pequeños puntos negros… tantos como iguanas estén admirando las vistas.

Hasta hace pocos años, el mayor freno a la hora de organizar un viaje de incentivo a las islas Galápagos no solo era la necesidad de contar con presupuestos elevados. También la falta de una infraestructura adecuada para grupos, que solían tener los camarotes de los cruceros como única opción de alojamiento ante la escasez de hoteles en las islas. 

Hoy en día esto no es algo que se esté subsanando, sino que está cambiando a una velocidad que puede ser de vértigo. 

Las autoridades insisten en que aún es muy amplio el margen existente entre la explotación turística de este paraíso en la tierra y la protección de los espacios naturales  y sus habitantes. En línea con esta preservación, siguen siendo solo tres las islas que reciben a turistas que puedan pernoctar en ellas: Isabela, San Cristóbal y Santa Cruz.

No existen vuelos internacionales que conduzcan directamente al archipiélago, situado a 1.000 kilómetros de la costa de Ecuador. Tampoco hay posibilidad de trasladarse desde la América continental en barco, por lo que es imperativo volar desde Quito o Guayaquil para trayectos de un mínimo de dos horas. Actualmente las únicas compañías que operan este destino son Avianca y Latam Airlines. Pequeñas compañías de aero-taxi garantizan los transfers entre islas.

En el archipiélago existen dos aeropuertos: el de San Cristóbal, en la isla del mismo nombre, y el de Seymour, en la isla de Baltra, separada dela isla de Santa Cruz por el estrecho canal de Itabaca.

Santa Cruz

En caso de alojarse en tierra, es obligatorio que los grupos sean conducidos en barcaza desde la vecina Baltra, que solo acoge el aeropuerto y la terminal de cruceros, hasta Santa Cruz, para después recorrer la hora de distancia que separa el embarcadero de la capital, Puerto Ayora.

Varios hoteles han abierto sus puertas en la isla con un claro enfoque en la recepción de grupos de incentivo. Es el caso de Ikala Galápagos, situado en el centro de Puerto Ayora. Cuenta con 21 habitaciones y una suite en torno a una piscina central.

En Santa Cruz se encuentra la Estación Darwin, un espacio para la investigación científica que también supone una interesante aproximación a la realidad biológica que hace de las islas Galápagos un lugar único. También es la morada de uno de sus más insignes habitantes: la tortuga gigante Solitario George. Si bien embalsamado, la visita de su última residencia culmina un recorrido por las diferentes experiencias que se están realizando para proteger a las tortugas gigantes, endémicas de estas islas.

Entre el embarcadero desde el que se atraviesa el canal de Itabaca y la capital, son varios los ranchos que ofrecen la posibilidad de verlas durante sus paseos. 

También ofrecen comidas para grupos en entornos naturales y degustaciuoens del café ecológico cuya producción está aflorando en los últimos años..

Muy cerca de la Estación Darwin, el hotel La isla es una de las novedades de Santa Cruz y cuenta con nueve habitaciones. La azotea con vistas sobre el océano y los fantásticos amaneceres puede ser utilizada para eventos.

El vecino Galapagos Habitat está siendo gestionado por Eco Luxury Group bajo el nombre Red Mangrove Aventura Hotel. Ofrece 17 habitaciones, cinco de ellas con terraza.

Hotelería de lujo

En primera línea frente al océano, junto a la playa de los Alemanes, se encuentra el establecimiento más exclusivo de Puerto Ayora: Finch Bay Galapagos Hotel. El transfer en lancha desde Puerto Ayora no supera los cinco minutos y se ofrece como un remanso de paz en plena naturaleza, con el sonido del mar de fondo. El yate Sea Lion, propiedad del hotel y con capacidad para 20 pasajeros, se utiliza para excursiones a las islas Santa Fe, Plaza Sur, Bartolomé y Seymour Norte. 

Tierra adentro se encuentra Pikaia Lodge, perteneciente a la red Relais Chateaux. Rodeado de naturaleza, las 14 habitaciones y spa cuentan con vistas panorámicas. El establecimiento ofrece varios yates para salidas de jornada completa, explorando dos islas, o para recorridos de medio día en los que grupos de hasta ocho personas pueden disfrutar de las playas y el snorkel. También se organizan salidas al mar en las que los invitados pueden pescar la materia prima que posteriormente elaborarán los cocineros del hotel. También los propios «pescadores» pueden adoptar el rol de chefs por un día.

Galapagos Safari Camp es otra opción basada en la conexión con la naturaleza circundante, este caso en forma de glamping con nueve sosfisticadas tiendas.

También en el interior de la isla de Santa Cruz, Hilton presume de los programas de sostenibilidad llevados a cabo en el nuevo Royal Palm Galapagos, Curio Collection by Hilton, con 21 habitaciones rodeadas de los bosques de la zona montañosa e inspiradas en una hacienda ecuatoriana. Desde el hotel es posible visitar túneles creados por la lava y las tortugas gigantes que habitan a cinco kilómetros, en el Rancho Manzanillo.

San Cristóbal

De las 15 islas principales que componen el archipiélago de Galápagos, San Cristóbal es la más cercana al continente americano. Aquí fue donde Charles Darwin desembarcó durante su viaje de expedición a bordo del Beagle y realizó sus primeras observaciones en el actual Ecuador.

El aeropuerto de la isla, con capacidad para recibir aviones grandes, se encuentra en las afueras de la capital, Puerto Baquerizo Moreno. Los principales atractivos turísticos también se ubican en las cercanías.

Entre ellos, Cerro Tijeretas alberga una importante comunidad de fragatas, mientras que La Lobería, a diez minutos por carretera, permite avistar una gran colonia de lobos marinos.

Junto al muelle principal, dentro de la capital, IHG Hotels & Resorts lanzó su marca Indigo en América del Sur con la reciente inauguración del Indigo Galapagos, con 35 habitaciones. El ambiente de todos los espacios del hotel homenajea la geografía de las llamadas «Islas Encantadas» y la estancia de Darwin en la isla, evocando la recolección de especímenes cuyo estudio le permitió sentar las bases de la futura teoría sobre la evolución de las especies.

Todas las habitaciones cuentan con vista al mar, balcón o terraza y zona de descanso con minibar. Las áreas públicas incluyen spa, gimnasio, piscina, jacuzzi y espacios para eventos. Es el primer hotel en Galápagos que ha recibido la certificación EDGE (Excellence in Design for Greater Efficiencies).  

Isabela

Cuenta con un aeródromo que recibe a pequeños grupos, a la espera de que sea aprobado el proyecto de construir un aeropuerto que responda al interés creciente de las agencias y proveedores locales por hacer llegar aviones grandes directamente a esta isla. 

Con una incipiente infraestructura hotelera, hasta ahora más orientada hacia excursionistas, Iguana Crossing ha venido a llenar el hueco de una hotelería más apta para incentivos. Frente al océano, cuenta con 19 habitaciones y ofrece la playa como espacio para eventos.

La isla Isabela es conocida por sus impresionantes puestas de sol y la excursión al volcán Sierra Negra. La media jornada que supone esta salida se convierte en una inmersión en la clase de geología más interesante, ya que incluye desde la observación de una de las mayores calderas volcánicas del mundo a la caminata por un volcan de reciente erupción.

En bicicleta es posible recorrer el Complejo Humedales y Muro de las Lágrimas: se trata de un paseo junto al mar salpicado de lagunas, pequeñas playas donde las iguanas campan a sus anchas, miradores con magníficas vistas de la isla y un testimonio de la historia en el muro de piedra que construyeron antiguos presidiarios.

Cruceros

Antes del desarrollo de la hotelería de calidad en algunas de las islas, los cruceros eran la única opción para incentivos en Galápagos. Los programas tienden en la actualidad a combinar días a bordo, utilizando las noches para recorrer la distancia hacia las islas del norte, con jornadas en tierra, aún más cuando se recurre a los hoteles que cuentan con flota propia para la organización de excursiones.

Los puertos de salida de los cruceros son las islas de Baltra y San Cristóbal. En cada una de las demás islas se desembarca de diferente manera: a través de cómodos embarcaderos, saltando al agua desde zodiacs entre aguas cristalinas o mediante estructuras que introducen a los grupos a través de los acantilados. Existen opciones para todas las formas físicas y todos los presupuestos. El abanico de barcos también es muy amplio: desde pequeños yates de cuatro plazas a grandes navíos con capacidad para grupos de hasta cien personas.

Actividades para incentivos

Además de la observación de la fauna terrestre, aves y especies marinas, en Galápagos es posible programar actividades muy variadas dependiendo de la isla. La mayoría no están habitadas y existen cupos de acceso diarios.

Algunas se prestan más a la observación de aves. Es el caso de Genovesa, donde habitan grandes poblaciones de fragatas, y el emblemático piquero de patas azules. En Santa Fe se pueden observar iguanas amarillas, opuntias de gran altura y una colonia de lobos marinos. Las islas Plaza –Norte y Sur– cuentan con bonitas playas aptas para el baño, mientras que Bartolomé sorprende por la belleza de sus paisajes. 

Es una de las formaciones más jóvenes desde el punto geológico, coronada por un cráter a cien metros de altura, y en ella se combinan los brillos de los rojos, verdes, amarillos y negros que desprenden los minerales. Aquí también se pueden observar los singulares pingüinos endémicos, de tan solo 53 centímetros de altura media.

Floreana sorprende por su rica historia, vinculada a la piratería y los barcos balleneros –fue la primera isla poblada del archipiélago–, que da mucho juego para dinámicas de teambuilding. También es famosa por sus playas y sus spots de buceo.

Galápagos también es un destino de deportes acuáticos, con aguas tranquilas donde pasear en paddle surf y otras con oleaje que permiten la práctica del surf. La pesca deportiva, sobre todo del pez marlin, es otra de las opciones. 

El snorkel y el submarinismo no solo completan un abanico de propuestas en las que siempre acompañan las especies endémicas, sino que se llevan la palma porque permiten observar especies únicas en el mundo: son las adaptaciones locales de tortugas, mantarrayas, lobos marinos o tiburones. 

Una apuesta por la sostenibilidad

El aeropuerto de Baltra ya se presenta como único aeródromo ecológico del mundo, ejerciendo de escaparate de un destino que busca ser referencia en cuanto a compromiso medioambiental. Aunque algunos ven en esta iniciativa un reclamo para turistas, manteniendo discursos que no son trasladados a la realidad. No obstante, cada vez son más numerosos los proveedores que demuestran haber comprendido que existen motivos de peso para proteger su entorno. Por eso está normalizada, por ejemplo, la gratuidad del agua mediante dispensadores en los hoteles.

Solo el 3% del archipiélago está explotado, el resto no solo se preserva como hábitat de las numerosas especies que residen tanto en la superficie terrestre como en el mar, sino que albergan misiones científicas y de investigación que siguen revelando secretos de este paraíso en la tierra. 

La Fundación Charles Darwin, gerente de la Estación darwin en Santa Cruz, propone proyectos en los que se implica a las comunidades locales por lo que, además de contribuir en proyectos de protección, también es posible aportar conocimiento y experiencia a posibles emprendedores. Las empresas también pueden implicarse en la financiación de las numerosas misiones en curso.

Entre los proveedores de cruceros, cada vez son más numerosos los que apuestan por navíos menos contaminantes, la formación y contratación de personal local y la implicación en programas de recuperación de plásticos y limpieza de playas, mantenimiento de caminos y protección de nidos de tortugas o la donación de alimentos. En todos ellos pueden participar las empresas contratantes de cualquier incentivo.

De junio a noviembre se extiende la temporada seca, siendo de diciembre a mayo los meses en los que la lluvia da lugar a numerosas tonalidades de verde que contrastan con los grises de la omnipresente roca volcánica. No obstante, todo el año se puede admirar la singular fauna y paisajes irrepetibles que definen este destino único en el mundo.

Las autoridades locales parecen tener claro que fomentar la masificación sería contraproducente con la preservación de un lugar cuya existencia la ciencia, sin duda agradece. Un compromiso más firme por parte de todos los proveedores también se va imponiendo. Para que este paraíso en la tierra siga siendo un premio para todo el planeta.

Más información

PARQUE NACIONAL GALÁPAGOS
Deisy Plaza
Representante de la Dirección
+593 5 2526 189 Ext. 1241
dplaza@galapagos.gob.ec
www.galapagos.gob.ec

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