Por Cristina Cunchillos

El DMC Intobaltics opera en diferentes países de la región báltica. En Estonia, propone a los grupos combinar dos actividades que permiten desarrollar la creatividad y adentrarse en la cultura local mediante la elaboración de dos productos tradicionales: trufas de mazapán y jabones artesanales.

La tradición de hacer mazapán se remonta en Estonia a la era medieval. De hecho, se cree que fue en Tallin donde se ideó este dulce. En un recorrido por el centro histórico, los grupos visitan la farmacia donde se cree que se elaboraron los primeros mazapanes. Guiados por un experto, preparan sus propias trufas de mazapán con almendras y diferentes harinas, dándoles la forma que deseen antes de decorarlas con chocolate. A esta actividad se puede añadir la confección de jabones de glicerina con hierbas estonias, fabricados siguiendo un método tradicional.

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