Los alumnos de la XXI edición del Máster en Turismo de Reuniones, Organización de Congresos y Eventos (MOCE), de la Escuela de Negocios de la Cámara de Comercio de Sevilla (España), han actualizado el estudio que cada año realizan recopilando las sedes disponibles en el territorio español con capacidad mínima en una única sala para 500 asistentes a un evento profesional o social.
El objetivo de este proyecto, que abarca las 50 provincias españolas y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, es actualizar la base de datos del número de palacios de congresos, hoteles, auditorios y otros espacios con la capacidad mínima requerida, así como el número de habitaciones de 3, 4 y 5 estrellas disponibles en cada destino en un radio de 10 kilómetros con respecto a la sede.
Andalucía acapara el mayor número
El resultado muestra un total de 475 sedes en toda España capaces de albergar a más de 500 asistentes en montaje tipo teatro de manera simultánea. La comunidad autónoma con mayor número de sedes continúa siendo Andalucía, con 121, seguida de Cataluña (61), Madrid (48), Castilla y León (47), Castilla la Mancha (44), Comunidad Valenciana (31), Islas Canarias (31), País Vasco (20), Galicia (14), Islas Baleares (13), Asturias (13), Murcia (8), Cantabria (7), Extremadura (5), Comunidad Foral de Navarra (4), Aragón (4), Melilla (2), Ceuta (1) y La Rioja (1).
A pesar de la numerosa oferta que España ofrece, el estudio destaca el contraste entre el número de sedes disponibles y su adecuación con respecto a los criterios considerados relevantes para ser elegidos como sede de un evento y que son la accesibilidad, el precio, la experiencia profesional del staff y la capacidad hotelera del destino.
El crecimiento del sector MICE está generando que infraestructuras hasta ahora utilizadas para otros fines apuesten por un nuevo enfoque más orientado hacia el turismo de reuniones. Es el caso de cines, bodegas, auditorios al aire libre y edificios históricos.
Una oferta sobredimensionada
El estudio afirma que la aparente fortaleza que supone la sobredimensionada oferta de espacios existentes en España en realidad sitúa al sector en una posición de debilidad real frente a sus principales competidores, que centran sus esfuerzos en potenciar aquéllas sedes más rentables y adaptadas a los criterios de elección por los que se rigen los organizadores.