EL MERCADO DE LOS INCENTIVOS GOZA DE MUY BUENA SALUD

En el marco de FIEXPO Latin America, la feria dedicada al Turismo de Reuniones e Incentivos en América Latina y el Caribe que tuvo lugar en Santiago de Chile del 10 al 12 de junio, Didier Scaillet, CEO de SITE, expuso las tendencias que marcarán los viajes-recompensa a corto plazo. Además de afirmar que en estos momentos el sector goza de «muy buena salud», estimó que por una inversión media de 150.000 dólares en una operación de incentivo se obtiene un retorno promedio de 250.000 dólares.

Estas son las diez tendencias señaladas por Scaillet:
  • Disrupción: se ha convertido en la «nueva normalidad». Los contratantes y organizadores deben lidiar con las incertidumbres política, legales, las consecuencias del cambio climático, nuevas tecnologías que condicionan la comunicación con el cliente… como aspectos habituales de la actividad.
  • Seguridad: las empresas deben recurrir a sociedades capaces de evacuar grandes grupos e introduciendo nuevas cláusulas en sus negociaciones con las compañías de seguros, mientras que los proveedores deben generar información destinada a tranquilizar al comprador.
  • Incremento de la demanda hacia los destinos llamados «secundarios». Scaillet puso como ejemplo a Eslovenia, un destino en el que es más fácil ofrecer experiencias que los participantes no puedan vivir por sí mismos. Además de la mayor relación calidad-precio que pueden ofrecer las ciudades más pequeñas en relación a las grandes capitales, muchos destinos representan una novedad para quienes asisten al viaje. Además, la noción de seguridad es mucho más sólida.
  • Contratación de venues singulares y hoteles independientes: los compradores consideran cada día más que su oferta está más adaptada a las nuevas generaciones y ofrecen más posibilidades de generar experiencias únicas. Por eso muchos resorts están adaptándose a esta tendencia integrando al personal local en las actividades propuestas, decorando con materiales de la zona, introduciendo alimentos regionales en la gastronomía o proponiendo visitas que permitan descubrir más a fondo los destinos donde se ubican
  • Introducción de actividades de wellness y mindfulness. El incentivo cada vez se percibe más como un retiro y el tiempo libre es la actividad más valorada por los participantes. Dentro de este capítulo Didier Scaillet incluye la necesidad de evitar colas en los registros, de incluir tiempo para el disfrute de las instalaciones…  el 38% de los planners incluyen actividades directamente relacionadas con el yoga, la meditación o la relajación.
  • Autenticidad por encima del lujo: cada vez se busca más la conexión con las comunidades locales, que sean los habitantes quienes hagan descubrir el destino… incluyendo programas sostenibles desde el punto de vista social y medioambiental, la oportunidad de disfrutar de la gastronomía local durante el viaje  y más tiempo libre para que los asistentes puedan descubrir el destino «a su manera».
  • Personalización: el llamado «people analytics» permite conocer mejor qué quieren hacer los participantes permitiendo de este modo actualizar el programa en todo momento. Esto se puede extender a la comida y otros aspectos que sugieran flexibilidad y personalización de la estancia como la posibilidad de que el invitado pueda elegir sus propias amenidades.
  • «Siempre hay una app para todo». Permite reducir el consumo de papel y disponer de datos útiles para los organizadores, además de servir de monitor para captar cómo perciben los asistentes las distintas actividades que se están realizando. También representa una vía de comunicación con el participante una vez terminada la operación, pudiendo predecir nuevas tendencias.
  • Ampliación del quién y del cómo. Aumenta la demanda de programas que se puedan adaptar a audiencias más amplias según métricas alternativas. El objetivo es crear siempre una experiencia de viaje única sin que esto impida el desarrollo de nuevas estrategias basadas en estimular el talento de quien participa, incluir más contenido profesional.
  • De «experiencias a «experiencias que cambian la vida» del participante: es importante que el destino aporte algo único, y no solo por las actividades que en el se puedan organizar sino porque permita regresar enriquecido del viaje. Por ejemplo, visitar la favela Santa Marta en Río de Janeiro de la mano de un habitante local se ha convertido en la actividad para incentivos más demandada en la ciudad.

Actualmente se invierte una media de 4.000 dólares por participante, lo que supera en 1.000 dólares la inversión que se estaba realizando en 2016. El 54% de los compradores confirma estar aumentando cada año la inversión en esta partida. Cuando los incentivos se organizan directamente desde la empresa, el presupuesto medio por asistentes es de 8.151 dólares, mientras que cuando se programa a través de agencia baja a 5.193 dólares.

De cara a los representantes y empleados que consiguen participar en el viaje de incentivo, en el 84% de los casos el objetivo del viaje de incentivo es aumentar la estima por la marca de los equipos, mientras que en el 58% de los casos se busca que la moral se refuerce. En el 27% el incremento buscado afecta directamente al departamento de ventas de la compañía, mientras que el 23% de los contratantes espera mejorar el bienestar de sus representantes.