La relajación de las restricciones impuestas en China para intentar contener los contagios por Covid-19, que entró en vigor el pasado 8 de enero, hace posible la reactivación de los viajes de negocios a este país. Los viajeros ya no tendrán que hacer cuarentena y solo deberán presentar un resultado negativo de una prueba PCR realizada en las 48 horas previas al viaje. Además, se facilitará la obtención de visados para los desplazamientos por motivos familiares, académicos o por trabajo, pero no para el turismo vacacional.
Como consecuencia, International SOS ahora clasifica a China con un nivel dos de riesgo, equivalente al de destinos como España, pero alerta de que la situación en el país sigue siendo volátil y puede cambiar repentinamente. Por ello es más importante que nunca que los viajeros tengan acceso constante a información fiable y actualizada para poder reaccionar en caso de que se impongan nuevas restricciones, según la empresa asesora de riesgos.
Aunque los viajes sean de nuevo posibles, International SOS recomienda una buena planificación y sumo cuidado en la elección del destino. El nivel de infecciones está aumentando particularmente en zonas rurales del oeste del país, donde la infraestructura sanitaria es más limitada, y se espera un mayor repunte con la celebración del año nuevo chino. En los principales centros de negocios como Pekín o Shanghái, por otro lado, se vive una relativa vuelta a la normalidad y la ocupación en hospitales privados ha bajado al 60%. En cualquier caso, es esencial que los viajeros gocen de buena salud física y mental antes de desplazarse al país para evitar riesgos adicionales.