Air France se convierte en la primera aerolínea en aplicar un incremento al precio de sus billetes para compensar el coste que conlleva el uso de un carburante sostenible para la reducción de emisiones CO2. La compañía afirma que este sería un paso más en la reducción de la huella de carbono y un avance para el sector aéreo hacia un futuro de cero emisiones.
Entre 2005 y 2019 Air France redujo un 6% sus emisiones, a pesar del aumento de tráfico. Ahora se propone para 2030 la reducción de un 15%, y para 2050 alcanzar las cero emisiones.
Para conseguir sus objetivos, la empresa francesa se ha planteado una serie de pasos a seguir. El primero de todos es invertir en una flota moderna y más eficiente en combustible. Air France invierte 1.000 millones de euros en la renovación de su flota cada año. El segundo paso es integrar el combustible de aviación sostenible en los aviones. Ahora es posible la fabricación de combustibles a partir de aceites usados o residuos forestales y agrícolas, pero las cantidades disponibles son escasas, lo que representa para la aerolínea un coste de cuatro a ocho veces mayor que el queroseno convencional. Con la aparición de sectores de producción a gran escala en Francia y en Europa, se espera que los costes se reduzcan aún más en los próximos años.
El alza de los precios rondará entre 1 a 4 euros en cabina economy, en business de 1,50 a 12 euros, en función de la distancia.
La aerolínea ofrece la posibilidad de aportaciones voluntarias, donde cada euro irá invertido a la compra de estos combustibles.