El grupo aéreo alemán anunció el pasado 2 de junio que aplicaría una tasa de 16 euros a todas las reservas realizadas vía GDS (Global Distribution System) a partir de septiembre y aplicable en billetes de todas las compañías del grupo: Lufthansa, Austrian Airlines, Swiss y Brussels Airlines.
Las agencias argentinas expresaron su desacuerdo mientras que Lufthansa se defiende argumentando que dará preferencia a canales de venta en los que no se encarece el precio final para el pasajero, porque según Lufthansa «los costes derivados del uso de un sistema global de distribución es muy superior a los generados por cualquier otra vía de venta».
Por su parte, la Agrupación Europea de Asociaciones Nacionales de Agencias de Viajes (ECTAA) valoró de manera muy negativa el sobrecoste que el anuncio generaría para las agencias, y que sitúa en una media del 5%. Según han interpretado varios especialistas, la decisión de Lufthansa esconde una presión para que los GDS, especialmente Amadeus por su papel preponderante en Europa, reduzcan sus tarifas. Las agencias europeas reivindican que el viajero recurra a sus servicios para «encontrar su camino en la jungla de las tarifas aéreas, cargos, recargos por combustible y otros servicios auxiliares».
Otras asociaciones de agencias han denunciado el carácter unilaterla de la decisión y la falta de respeto por acuerdos establecidos, sospechando que el grupo aéreo quiere favorecer la venta directa y prescindir de la intermediación.