TEAMBUILDING PUNTO MICE 50

En un programa motivacional, no siempre lo más espectacular es lo más impactante. Las actividades más sencillas, como un juego de dados, reunirse para hacer cerveza o compartir una pasión como los viajes en una plataforma virtual, pueden ser igualmente efectivas para fomentar las relaciones entre los miembros de un equipo.

Por Cristina Cunchillos

Club de cerveza

Con la proliferación de las cervezas artesanas en todo el mundo, hacer una cata de diferentes muestras de esta bebida se ha convertido en una actividad muy solicitada para grupos, aún más en un país de tradición tan cervecera como el Reino Unido. El Brew Club (Club de la Cerveza) de Londres va más allá y ofrece la posibilidad de convertirse en auténticos maestros cerveceros por un día.

En su taller de cerveza, los grupos no solo aprenden sobre los diferentes tipos saboreando ejemplos, sino también sobre el proceso para la elaboración de esta bebida antes de ponerse manos a la obra. Divididos en pequeños cupos, cada uno tendrá su propio equipo de producción para elaborar su propia cerveza. Tras decidir el tipo de cerveza, deben seleccionar y medir los ingredientes para conseguir el aroma y sabor deseados.

Los participantes colaboran en los distintos procesos, removiendo la mezcla, añadiendo agua, lúpulos o la levadura que permite la fermentación en momentos precisos. También pueden demostrar su creatividad eligiendo un nombre y diseñando la etiqueta. La cerveza se deja fermentar un par de semanas, tras las que los participantes reciben sus botellas personalizadas con las que brindar en su próximo evento de empresa.

 

Viajes virtuales

Con ingenio y creatividad es posible viajar sin salir de casa. Es lo que propone la empresa española Monkey Donkey con su juego Volando Voy, una mezcla de concurso y escape room virtual en la que los grupos han superar diversas pruebas, todas relacionadas con el mundo de los viajes. 

Primero deben descargar la app del juego y dividirse en equipos. Como si hubiesen embarcado en un avión, unas azafatas les dan la bienvenida e introducen las pruebas que deben superar.

Se combinan acertijos y pruebas de lógica con búsquedas de tesoros virtuales en diferentes destinos, recurriendo a herramientas como Google Street View, o fotos del equipo simulando estar en otro país. Las “azafatas” también se infiltran en el chat privado de cada grupo para proponerles tareas de improvisación, como por ejemplo crear una campaña de publicidad para un destino turístico irreal. La app registra las pruebas superadas y los puntos acumulados. Cuando todos han llegado al destino final, ya se puede anunciar el ganador.

 

Casino de la vida

Rise Latam es una consultora colombiana que, ante lo que parece un casino convencional, con sus mesas de juego, fichas para apostar y dados, propone un “casino de la vida”. Los participantes se distribuyen en mesas y, por turnos, cada uno de ellos ejerce de dealer y lanza dos dados: uno numérico, que indica el valor de la apuesta, y otro de póker que esconde un código gestual. Cada cara corresponde a un gesto o movimiento (aplaudir, arquear las cejas…) que han de ejecutar rápidamente, según una clave recibida previamente. El último en hacerlo pierde la apuesta y ha de pagar al dealer. 

Tras varias rondas, quien acumule más fichas en cada mesa debe retar a otro grupo, hasta tener un ganador absoluto. En realidad ganan todos ya que, en el proceso, han podido observar el comportamiento y reacciones de sus compañeros, cómo se comunican, quien colabora o quién abusa del poder. Comprobarán que en unos minutos se puede conocer a una persona mejor que en toda una vida.

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