El receptivo cubano Solways organizó un programa lleno de sor presas. Además de visitar los sitios más emblemáticos de La Habana, los participantes aprendieron a hacer mojitos en La Bodeguita del Medio, el mítico bar frecuentado por Hemingway. También demostraron sus habilidades en divertidas actividades como una clase de salsa y un partido de polo acuático. No podía faltar una excursión a Pinar del Río para visitar una fábrica de tabaco y asistir a la confección de los auténticos puros habanos.

De regreso al hotel surgió un contratiempo: uno de los autobuses sufrió una avería. En una situación así es vital mantener la calma, ayudarse mutuamente e improvisar soluciones. Afortunadamente, al poco tiempo llegó un camión con unos mecánicos que ofrecieron rescatar al grupo y llevarles al hotel. Aún quedaba una última sor presa… en el camión, los mecánicos se transformaron en músicos y el viaje de regreso se convirtió en una auténtica fiesta cubana.