La empresa británica The Experiences Group propone programas que trasladan a los grupos a su infancia, a la vez que desarrollan su creatividad, capacidad de improvisación y cooperación. En su taller de animación de LEGO, los equipos crean, de principio a fin, su propia película con las figuras de este juego de construcción.

Tras una reunión inicial en la que acuerdan el tema y la trama general de la película, se asignan diferentes roles a los participantes. Individualmente (o en pequeños equipos) y por separado, cada cual lleva a cabo la tarea que le corresponde, ya sea el casting o elección de los personajes, el diseño del decorado o la redacción de los diálogos. Cuando vuelven a reunirse han de poner todo en común y, coordinando la aportación de todos, crear el set de la película con figuras y bloques. El reto final es el rodaje de la animación, modificando cuidadosamente y con paciencia la posición o postura de los personajes y otros elementos, y filmando paso a paso. El resultado es un divertido cortometraje que visualizan todos juntos y se pueden llevar de recuerdo.