El mundo real y el virtual se combinan en la actividad Infinity Loop que propone la agencia española Starmice, parte del grupo Catalyst. El grupo se divide en equipos a los que se les plantea el reto de liberar a un hacker ético que ha quedado accidentalmente preso en el mundo virtual. Sus miembros deberán navegar por ambos mundos y comunicarse entre ellos de forma precisa y efectiva para conseguir el objetivo en el menor tiempo posible, por delante de los equipos rivales.
A cada equipo se le entregan unas gafas de realidad virtual. Como primer paso, han de distribuirse los roles y decidir quién va a navegar por el mundo virtual, o si lo harán por turnos. Esta persona tiene que ir describiendo su entorno virtual conforme avanza en busca del prisionero, pero son sus compañeros en el mundo real quienes le deben facilitar las claves para desbloquear las diferentes salas. Al mismo tiempo, en una pantalla pueden ver el progreso de los otros equipos, acentuándose así la competitividad. Liberado el prisionero, todos comparten su experiencia e intercambian buenas prácticas que podrán aplicar en el mundo real.




