El receptivo argentino Eurotur anima a los equipos a apuntar a lo más alto, sorteando desafíos y obstáculos y apostando por un esfuerzo conjunto para alcanzar la cumbre. Tienen, literalmente, que llegar a la cima, subiendo al Cerro Tronador de Argentina u otra montaña de mayor o menor dificultad según el nivel físico de los participantes.
T
ras montar su campamento, comienzan el ascenso. Son ocho horas de trekking en las que inevitablemente viven situaciones frustrantes, desaliento ante el cansancio y necesidad de perseverar para alcanzar el objetivo. También tienen que administrar bien los recursos y tomar decisiones sobre el mejor camino a seguir, ayudándose en ocasiones de diferentes técnicas de escalada con cuerdas.
Al final, los esfuerzos se ven recompensados por la satisfacción de llegar a la cumbre, habiéndose superado a sí mismos y reforzado los vínculos con sus compañeros de aventura.




