El aeropuerto holandés pretende ser pionero en cuanto a tecnología aplicada a una mejor gestión del tráfico de pasajeros. En asociación con la compañía KLM, está probando una nueva forma de embarque basado en la biometría que recurre al reconocimiento facial para permitir el acceso al avión. Los pasajeros que están participando voluntariamente en la prueba no necesitan mostrar su pasaporte y tarjeta de embarque.
La iniciativa tiene como objetivo agilizar los procedimientos de embarque. Durante tres meses se está evoluando la efectividad, rapidez y facilidad de uso del nuevo sistema, antes de implementarlo a nivel general. Los pasajeros que deseen participar deben registrarse en los quioscos habilitados junto a la puerta de embarque seleccionada especialmente para esta prueba. Aquí se escanea su pasaporte, tarjeta de embarque y rostro, de tal modo que el sistema los reconozca al embarcar. Para garantizar su anonimato los datos se borran automáticamente tras el despegue.