Según una encuesta llevada a cabo por la Agencia Americana de Viajes de Negocios (NBTA), existen deficiencias en el cumplimiento de las políticas de viajes de las empresas. De los casi 700 empleados viajeros que fueron entrevistados, más del 60% indicó que la política de viajes de su compañía es más un conjunto de recomendaciones, en lugar de una lista de normas de obligado cumplimiento.
Sobre las consecuencias del incumplimiento de algún aspecto de la política de viajes empresarial, como excederse en el límite establecido de dietas o pernoctaciones, un 18% reconoció no tener que afrontar ninguna amonestación. La gran mayoría respondió que únicamente le supuso una pequeña advertencia de carácter verbal, sin medidas más severas como no obtener el reembolso de la parte excedida. Solo un 5% considera que un hecho así pueda llegar a tener consecuencias más duras, como la amenaza de rescisión del contrato laboral.
El estudio también revela datos sobre los gastos en viajes de las empresas: por ejemplo, dos tercios de las compañías han restringido los vuelos en clases superiores, en algunos casos prohibiéndolos por completo y en otros manteniéndolos únicamente en circunstancias muy excepcionales.