Los tres principales aeropuertos de Nueva York (Estados Unidos) – John F. Kennedy (JFK), Newark Liberty y LaGuardia – han completado o están en proceso de completar la ampliación y reforma de sus instalaciones para incrementar su capacidad y ofrecer una mejor experiencia al viajero. Además, la ciudad de los rascacielos continúa ampliando su oferta hotelera con varias nuevas aperturas previstas en los próximos meses.
El Aeropuerto Internacional de Nueva York-JFK está llevando a cabo un proyecto de mejoras de cuatro de sus terminales con el objetivo de acoger hasta 75 millones de pasajeros en 2030. Al estreno de la revitalizada Terminal 8 hace unos meses, con nuevas salas premium entre otros, le sigue la construcción de la nueva Terminal 1 Internacional, que será la mayor del aeropuerto cuando abra sus puertas en 2026, incluyendo 23 nuevas puertas de embarque.
Por su parte, el Aeropuerto Internacional Newark Liberty estrenó la renovada Terminal A, con 33 nuevas puertas de embarque, en enero de este año, y próximamente añadirá un sistema de ferrocarril elevado para facilitar el acceso y aliviar el tráfico. Finalmente, el Aeropuerto LaGuardia también está mejorando los accesos de transporte y otros servicios, y en 2022 añadió un nuevo vestíbulo con 10 puertas de embarque en su Terminal C.
En cuanto a la oferta de alojamiento, a las recientes aperturas de hoteles como el Moxy Williamsburg, con 216 habitaciones, y The FIDI, con 131, se sumará próximamente la del nuevo Renaissance New York Harlem Hotel, un establecimiento de 211 habitaciones junto al Teatro Victoria en el corazón de Harlem. En agosto, Marriott abrirá una propiedad de doble marca en el distrito de Queens, que incluirá un Residence Inn con 135 habitaciones y un hotel SpringHill Suites de 405 habitaciones. Le seguirá la inauguración de Tempo by Hilton Times Square en octubre, un nuevo hotel de 661 habitaciones en el corazón de la ciudad que supondrá el debut mundial de esta nueva marca de estilo de vida de la cadena Hilton.
Otras novedades incluyen la creación de la primera playa pública de Manhattan y el primer estadio de fútbol profesional de la ciudad, así como la revitalización del Rockefeller Center con más restaurantes, entre otros.