La inteligencia artificial (IA) está transformando rápidamente el sector MICE, aportando nuevas herramientas para comprender cómo interactúan los asistentes con los espacios y contenidos de un evento.
Es importante diseñar un “itinerario de emociones” que sorprenda a los asistentes. Así lo indicaba el análisis de AMEX GBT presentado el pasado mayo en IMEX Frankfurt. Por ello, una de las innovaciones que ha ganado protagonismo últimamente es la medición de emociones a través de tecnologías de análisis de gestos, expresiones y patrones de atención.
Puesta en práctica
Mediante sensores no invasivos y sistemas de eye-tracking, ferias con gran afluencia como FITUR (ediciones 2024 y 2025) han empezado a integrar estas tecnologías. Expositores y conferenciantes pueden obtener información en tiempo real sobre la afluencia, el nivel aproximado de atención y ciertas reacciones no verbales de los visitantes.
La tecnología funciona tanto en zonas de tránsito, donde los asistentes se acercan a los expositores, como en salas con el público sentado. En ambos casos, estos sistemas generan datos clave para entender qué zonas despiertan más interés o qué mensajes captan mejor la atención. En base a estos datos, los organizadores pueden tomar decisiones que ayuden a mejorar la experiencia, como por ejemplo reorganizar horarios o adaptar el mensaje in situ o de cara a próximas ediciones.
Privacidad y marco ético
El uso de tecnologías capaces de medir emociones plantea retos importantes. Este tipo de sistema asegura garantizar el anonimato de los datos recopilados y dice no almacenar información personal.
Sin embargo, no está exento de controversia: estas herramientas pueden percibirse como intrusivas y, en algunos casos, generar dudas sobre su compatibilidad con los principios del Reglamento General Europeo de Protección de Datos (RGPD).
Personalización y mejora del ROE
El interés por personalizar al máximo cualquier acción MICE es cada vez mayor, y la IA se ha convertido en una aliada clave. Al permitir un análisis más detallado de las emociones y reacciones que experimentan los participantes, estas tecnologías facilitan la mejora continua de la experiencia del visitante y contribuyen a maximizar el ROE (retorno de la experiencia).
Gracias a ello, los organizadores pueden adaptar con mayor precisión los contenidos, los espacios y la comunicación para alinearse con las expectativas del público. Todo este proceso, no obstante, debe desarrollarse desde un marco de uso responsable, transparente y plenamente centrado en el visitante.
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TECNOLOGÍA PARA LA PERSONALIZACIÓN
Los avances tecnológicos, sobre todo la inteligencia artificial, permiten alcanzar unos niveles de personalización de la experiencia del evento más elevados que nunca, lo que redunda en beneficios tanto para los asistentes como para las empresas organizadoras.




