MÁS MUJERES VIAJERAS

Las viajeras de negocios representan un nicho cada vez más importante. Según datos de IBTA (Iberian Business Travel Association), en Estados Unidos existe total paridad en el número de viajeros de negocio entre los sexos masculino y femenino, aunque en Europa ellas apenas superan el 25% del global de representantes de empresas que se desplazan por negocio. Los proveedores del sector, no obstante, están comenzando a desarrollar productos específicos para dar respuesta a sus necesidades y exigencias.

Con respecto a los hoteles, la tendencia dominante se centra en ofrecer habitaciones con amenities o productos de acogida destinados a las féminas como pijama de señora, medias, antifaz antifatiga, artículos de maquillaje o espuma para el pelo. En cuanto a las aerolíneas, algunas asiáticas ofrecen en sus aviones baños sólo para mujeres, incluso en los aeropuertos salas VIPS únicamente para viajeras.

La demanda de las mujeres viajeras, según un estudio de Cornell University, se centra en experiencias mucho más emocionales que las que suelen elegir los hombres. Buscan mayor sensación de seguridad ante eventualidades como el robo o el asalto. Además, le dan importancia al confort y la calidad del descanso. En sus viajes profesionales valoran las actividades que las alejen de la rutina y, además de viajar con más frecuencia que los hombres, suelen hacerlo para estancias más prolongadas por lo que gustan de incluir más tiempo para su disfrute personal en los viajes: el 44% incorpora experiencias de ocio y el 20% añade días de vacaciones adicionales para extender su estancia.

Según otro estudio, en este caso de Carlson Wagonlit Travel, un aspecto destacado de la viajera de negocios es demuestra mayor nivel de estrés en los viajes. Los factores que lo provocan son, en primer lugar, la demora o pérdida del equipaje, posiblemente porque la vestimenta formal de negocios para las mujeres es menos estandarizada que la de los hombres y reemplazarla en poco tiempo es m´s difícil. En segundo lugar, preocupa la falta de conexión a Internet.

Como añade un informe de Skift, las mujeres piden más wi-fi gratis, son más activas en las redes sociales y disfrutan más de los beneficios que generan sus programas de fidelización.