La industria del viaje debe estar preparada para hacer frente a las turbulencias económicas, sociales y políticas a nivel internacional que pueden limitar su potencial de progreso. Un nuevo informe de Amadeus y A.T. Kearney destaca la personalización, frente al mercado de consumo masivo, y los viajes sin fisuras, frente a la fragmentación, como las tendencias clave que están cambiando el sector.
Según el mayor o menor peso de estas dos tendencias, se identifican cuatro posibles escenarios futuros a nivel mundial para los cuales las empresas de viajes deben prepararse:
El escenario Picasso contempla un mundo fragmentado caracterizado por el auge del populismo y una creciente preocupación por la seguridad, con restricciones en más destinos. Las empresas responden con inversión en tecnología para interactuar con sus clientes y ofrecerles servicios más sofisticados y personalizados.
En el escenario Dalí las actitudes sociales y la prosperidad económica crean un entorno más favorable para el intercambio de datos. Con leyes de protección de datos menos estrictas y una legislación más relajada, los viajes se personalizan y son más baratos, más rápidos y más seguros. Hay menos controles de seguridad en las fronteras y los viajeros disponen de información en tiempo real sobre sus vuelos.
El escenario del Bosco preve un mundo fragmentado basado en el proteccionismo y la desconfianza. Los costes aumentan y las empresas deben cumplir con un entramado de leyes fiscales, laborales y de protección de datos. Los viajeros buscan marcas de confianza y reservan de forma directa a través de proveedores de viajes reconocidos.
El escenario Warhol se caracteriza por viajes sin fisuras y no personalizados que tienen en cuenta las implicaciones derivadas del sólido crecimiento económico en Asia, y la expansión de una clase media con más ingresos disponibles para viajar. Los viajeros prefieren las opciones low cost del sector del gran consumo a aquellas más personalizadas.