A partir del jueves 15 de junio, los ciudadanos de la Unión Europea (UE) ya no pagarán recargos por hacer llamadas o navegar desde el móvil en otro país comunitario. No obstante, deberán tener en cuenta los límites de su contrato para no incurrir en otros costes.
El fin del roaming reduce considerablemente los gastos de viaje y le da al viajero la libertad de usar su smartphone en cualquier lugar, sin necesidad de usar wifi. La nueva política Roam like at Home significa que se aplicarán las mismas tarifas contratadas en el país de origen cuando se hagan o reciban llamadas, SMS o se consuman datos en el extranjero.
Aunque es aplicable a todas las tarifas, en el caso de prepago los usuarios deberán contactar con la compañía para activar el uso del móvil en el extranjero. Otra limitación a tener en cuenta es que el consumidor deberá usar más el móvil en su país que cuando esté de viaje, para evitar abusos.
En el caso del Reino Unido, los cargos por roaming podrían volver a implantarse tras el Brexit, dependiendo del resultado de las negociaciones.