EXTREMADURA (ESPAÑA) – PURO INCENTIVO

Una región que podría liderar la lista de las desconocidas en España también podría recibir el premio a la que más gratamente sorprende. Las amplias posibilidades para grupos de incentivo tienen como contexto espacios naturales únicos, lugares Patrimonio de la Humanidad y una hotelería que permite viajar por la historia cada noche.

 

Una región que podría liderar la lista de las desconocidas en España también podría recibir el premio a la que más gratamente sorprende. Las amplias posibilidades para grupos de incentivo tienen como contexto espacios naturales únicos, lugares Patrimonio de la Humanidad y una hotelería que permite viajar por la historia cada noche.

LA ESPAÑA MENOS DURA

Por Eva López Álvarez
Fotos Turismo de Extremadura

Muchos son los españoles que no conocen la región de Extremadura, considerada durante gran parte del siglo XX como una comunidad atrasada en cuanto a infraestructuras y con poco que aportar en cuanto a turismo. Sin embargo, nada más lejos de la realidad: ahora que las infraestructuras por carretera han sido mejoradas, resulta accesible el comprobar que la Historia no pasó de largo en esta región fronteriza con Portugal. El emperador romano Augusto la incluyó en la región Lusitania e instaló en la actual Mérida una capital que rivalizó en los primeros siglos de nuestra era con la grandiosidad de otras urbes romanas más conocidas.

De Extremadura salieron en el siglo XV muchos de los conquistadores y gobernadores de la recién descubierta América. Y, desafortunadamente, fueron seguidos durante siglos por poblaciones empobrecidas que buscaron en centros productivos de España una mejor calidad de vida.

En la actualidad sigue siendo una región envejecida en cuanto a población y que ocupa muy poco espacio en los informativos, pero resulta un tesoro para quien busca programas de incentivo caracterizados por la autenticidad, los amplios espacios, la ausencia de aglomeraciones, la historia como escenario y las reservas naturales como decorado añadido.

Badajoz es la única ciudad de toda la región con aeropuerto, conectado con Madrid y Barcelona. Limítrofe con Portugal, la provincia de Badajoz alberga alguno de los proyectos turísticos en curso más interesantes: la próxima apertura de Las Tres Campanas, un hotel boutique en pleno centro histórico, con 15 habitaciones, que incluye la restauración de una mítica juguetería que servirá como espacio para eventos.

Al sur de la ciudad, en la localidad de Barcarrota, se espera este año la apertura del renovado hotel-monasterio Rocamador, adquirido por la bodega Pago de las Encomiendas. Forma parte de un amplio plan para convertir la finca en un destino de enoturismo con posibilidades para los grupos de incentivo.

Incentivos singulares 

Los paisajes de dehesa enmarcan a menudo las carreteras extremeñas. Son territorios acondicionados por el hombre que incluyen zonas de bosque poblados principalmente por encinas, olivos y alcornoques, y el matorral que sirve de hábitat a numerosos pequeños mamíferos. Las dehesas son, además de espacios de caza, terrenos de gran producción vegetal, animal y forestal. 

Los toros bravos y los afamados cerdos ibéricos forman parte de la fauna que se va observando en el camino… o desde el cielo. La opción de observar este paisaje durante un paseo en globo es una de las actividades que se proponen para grupos de incentivo. Suelen terminar con una degustación de productos gourmet 100% extremeños que abarca desde los embutidos ibéricos y los quesos al aceite de oliva.

Los viajeros también pueden recorrer la dehesa acompañados de guías y catadores que les hagan reconocer olores, colores y texturas que caracterizan las recetas locales. Puede ser el eje temático en un teambuilding al aire libre. 

El astroturismo es otra de las opciones que se ofrecen en la Sierra Suroeste de Badajoz. Se propone desde la observación a simple vista a salidas con equipos especializados en las que ir más allá en el conocimiento del universo.

Al otro lado de la provincia, ya delimitando con Cáceres, en torno al embalse de Cíjara -en un área también conocida como la Siberia extremeña- se puede acompañar una ruta de senderismo o una comida campestre con el sonido de la berrea: cuando comienza el otoño en Europa, y los colores del lugar son especialmente bonitos, los ciervos machos braman y luchan por apropiarse del espacio.

También es posible vivir la experiencia de un pastor saliendo con las cabras y producir  queso ecológico. Solo son algunas de las propuestas que se ofrecen en esta región que hace de la autenticidad su gran valor. 

No faltan los venues singulares: entre Mérida y Cáceres, el castillo de la Arguijuela alberga presentaciones y banquetes con ambientación medieval. Cuenta con cuatro salones y capacidad para grupos de hasta 260 comensales (en situación de prepandemia), siendo posible organizar comidas camperas de hasta 1.200 comensales en la finca que rodea al castillo del siglo XV.

Mérida

Si hay una región en España que aglutina alojamientos con encanto, ésa es Extremadura. En ella se encuentran algunos de los Paradores -red de alojamientos estatal que recupera en su mayoría de casos edificios con gran valor histórico- más bonitos de España. El Parador de Mérida figura entre los más llamativos. Con 82 habitaciones, ocupa un convento del siglo XVIII construido originalmente sobre un templo erigido por Augusto. 

Ubicado en el centro histórico, es un buen punto de partida para explorar la ciudad, también conocida como “La Roma española”. El conjunto arqueológico de Mérida, o antigua Augusta Emérita romana fundada por orden del emperador Octavio Augusto en el año 25 a.C. es uno de los mayores conjuntos arqueológicos de España. Fue reconocido por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad en 1993.

Diez años después de la creación de la ciudad fue levantado el Teatro Romano que aún hoy alberga espectáculos teatrales y musicales y puede ser utilizado para eventos. Además, en época romana también se levantaron el anfiteatro, el circo, la Casa de Mitreo, el puente sobre el río Guadiana, el acueducto de los Milagros… son numerosos los hitos que definen un recorrido histórico único.

Cáceres

Al norte de Mérida se separan las dos provincias que componen la región de Extremadura y son las más grandes de España. Cáceres, al norte, alberga numerosos secretos, empezando por la ciudad de Cáceres, a 120 kilómetros al norte de Badajoz y a tres horas por carretera de Madrid. 

Merece la pena dedicarle al menos una noche para vivir algo que se ha puesto de moda y encaja perfectamente en la atmósfera que la urbe desprende: el dark tourism o, lo que es lo mismo, salir a descubrir la parte medieval de la ciudad una vez caída la noche. También reconocido como Patrimonio de la Humanidad, el casco histórico es el marco perfecto para tours teatralizados donde los juglares hablan de aventuras, desventuras y leyendas.

El Parador de Cáceres ocupa un palacio renacentista en el centro de la ciudad antigua y cuenta con 39 habitaciones y un salón en el que se puede organizar banquetes para 50 comensales (en circunstancias normales).

El Atrio Restaurante Hotel, perteneciente a la red Relais & Chateaux, es una sorprendente integración del arte contemporáneo en el medieval. Ubicado junto a las antiguas murallas es muy conocido por su restaurante y ofrece catorce habitaciones.

Al este de Cáceres, Trujillo es un bonito pueblo medieval en el que descubrir la vinculación que existe entre Extremadura y la conquista de América. Aquí nacieron Francisco Pizarro, conquistador de Perú, y Francisco de Orellana, descubridor del río Amazonas.

Los alrededores de Trujillo albergan por supuesto dehesas y también buenos ejemplos de uno de los recursos que están colocando a la región extremeña en el panorama enológico internacional. Bodegas Habla es uno de los espacios de moda donde es posible organizar la visita  que introduce en los secretos de la viticultura ecológica y diferenciar las distintas variedades de uva.

En las cercanías, otro espacio Patrimonio de la Humanidad está abierto a la visita: el Real Monasterio de Guadalupe, es la joya de la corona de un pueblo lleno de encanto gracias a sus callejuelas empedradas y casas de los siglos XV y XVI.

De nuevo el hotel más emblemático del lugar es el Parador de Guadalupe, con 41 habitaciones y piscina con vistas al monasterio. El mayor de sus salones cuenta con 183 m2 mientras que el patio y los jardines también pueden ser utilizados para eventos.

En esta zona se ofrece que los viajeros vayan más allá de la degustación de miel, descubriendo la experiencia apícola en primera persona.

Naturaleza extremeña

El Parque Nacional y Reserva de la Biosfera de Monfragüe es otro de los tesoros de Extremadura. Aquí se pueden organizar salidas a pie para la observación de águilas imperiales, cigüeñas negras, buitres negros… y el día a día de la actividad humana que convive con ellos en las dehesas. 

También se pueden organizar salidas en barco recorriendo el río Tajo, o la observación de aves desde canoas. Para programas con más adrenalina, el parapente es uno de los medios para descubrir de febrero a octubre los Valles del Jerte y La Vera. La salida se realiza desde Piornal, el pueblo más alto de Extremadura. En junio, los grupos pueden durante dos horas recoger las famosas cerezas de la zona que se llevarán como recuerdo.

Es una zona de Extremadura en la que a veces el tiempo parece haberse detenido: siguen apareciendo los pastores con sus ovejas, está salpicada de pueblos llenos de encanto en los que la arquitectura popular se adapta, a veces de manera sorprendente, a la geología de la zona. 

Un buen lugar para disfrutar de esta Extremadura más virgen, si se puede decir que hay zonas menos vírgenes en esta región, es Cuacos de Yuste, pueblo principalmente conocido por el Monasterio de Yuste, allí donde el emperador Carlos I de España pasó sus últimos años de vida.

La Sierra de Gata es otro de los espacios verdes de Extremadura que más sorprenden. Las señoras con el pelo cubierto aún se sientan en la entrada de las casas a ver pasar el tiempo y los visitantes. Es un marco ideal para la exploración sumada al slow life, ya sea durante un paseo a caballo, la visita de una almazara familiar, el baño en piscinas naturales, sesiones de yoga entre los árboles… con estancias en alojamientos que también invitan a alejarse del mundanal ruido, como la Hospedería Conventual Sierra de Gata, un hotel con 30 habitaciones y spa situado en un antiguo convento franciscano del siglo XV.

Para todos los gustos

Si bien es una región que inspira serenidad y ganas de sumergirse en la magia de los momentos sencillos, también puede ser el destino de un programa de incentivos activos.

El marco para ellos es el embalse de Gabriel y Galán, al norte de la región, donde se ofrecen circuitos de aventura en los que poner a prueba la observación, la orientación y la destreza. Se puede hacer paddle surf como reto individual o en un gran paddle de hasta doce personas. 

Puede formar parte de la jornada el recorrido en kayak hasta Granadilla, un pueblo de origen musulmán abandonado como consecuencia de la creación del embalse y el despoblamiento de la zona. 

En 1980 fue declarado conjunto histórico-artístico y desde 1984 ha cobrado una nueva vida gracias a un programa estatal de recuperación de pueblos abandonados que fomenta la instalación de artistas y el acercamiento de la población más joven al mundo rural.

Las opciones de alojamiento rural para grupos de hasta diez personas son innumerables, y sorprende la cantidad de opciones que combinan tradición y comodidad. Muchos cortijos, o casas de campo que servían de residencia a la familia propietaria de la dehesa, se han rehabilitado como oasis para grupos exclusivos que suelen acompañar sus estancias con sesiones de caza. 

No obstante, existen de todas las categorías, tamaños y estilos. Todos tienen en común que se ofrecen como enclaves retirados en los que los participantes en un incentivo pueden crear su propia burbuja y acompañar la estancia de múltiples actividades.

Una gran desconocida

Hasta hace unos años Extremadura era una región olvidada que no contaba con suficiente infraestructura, ni en cuanto a comunicaciones ni en cuanto a turismo, a pesar de sus enormes atractivos y vestigios. 

Pero la de hoy es otra Extremadura: sorprende y se ajusta de manera natural a la actual demanda de espacios al aire libre, sorpresas, contenidos desconocidos y nuevos paisajes, todo sin aglomeraciones. 

Si a esto le añadimos una de las plantas hoteleras más singulares de España y numerosos venues únicos, solo quedar por sumar las ganas de los participantes de disfrutar de la belleza, la historia y la naturaleza para generar viajes de incentivo únicos. La hospitalidad del extremeño, afable, curioso ante el visitante y orgulloso de su tierra, y la calidad de su gastronomía rizan el rizo.

 

Eduardo Calzas

Director & Creative Dreammer de HandMade Viajes & Eventos Mágicos

¿Por qué ir a Extremadura?

Porque es una región viva con tradiciones activas que van pasando de generación en generación  

Mi lugar favorito

El Parque Nacional de Monfragüe, el valle del Jerte y la Sierra de Gata, donde vivo: un lugar paralizado en el tiempo, donde la vida como dicen “el tiempo lo dan dao”.

Mi actividad favorita

Caminar por las montañas, navegar en kayak por sus ríos y embalses

Los grupos no se pueden ir de Extremadura sin:

  • Pasear por las calles de Trujillo, Cáceres, Mérida y Badajoz
  • Visitar el Parque Nacional de Monfragüe y perderse en una dehesa privada
  • Perderse por los distintos valle del norte de Extremadura, donde practicar todo tipo de actividades de turismo activo

 

Un venue más que único

El Festival de Teatro Clásico, de junio a agosto, es el principal evento que se organiza cada año en el Teatro Romano de Mérida. Sin embargo, de julio a septiembre, cuando la agenda lo permite, se puede reservar para eventos corporativos que no pueden sino dejar un recuerdo imborrable. El resto del año se evitan los montajes para preservar en la medida de lo posible esta joya del arte romano.

Se construyó hace más de 2.000 años para recibir a 60.000 espectadores. El frente escénico que se puede admirar hoy corresponde a los siglos I y IV. Tras estas remodelaciones el teatro fue abandonado y cubierto de tierra, hasta que en 1910 comenzaron las excavaciones que permitieron recuperar lo que en 1993 fue declarado Patrimonio de la Humanidad. 

Durante casi quince siglos solo se veía el hormigón de la summa cavea (graderías superiores) que los locales utilizaban para su reposo en lo que llamaban “las siete sillas”.

 

Datos de interés

Moneda Euro (EUR)

Huso horario GMT+1

Tipo de enchufe Clavijas tipo F / Voltaje común 230 V

Aeropuerto más cercano Talavera La Real (BJZ)

Más información
JUNTA DE EXTREMADURA
DIRECCIÓN GENERAL DE TURISMO
Verónica Guerrero
Técnica de Promoción y Desarrollo
Tel. +34 924 332 131 / 629 538 555
veronica.guerrero@gpex.es
www.turismoextremadura.com

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