El nuevo Aeropuerto de Estambul, que operará bajo el código internacional ISL, se inauguró oficialmente el pasado lunes 29 de octubre. El proyecto consta de cuatro fases en total, y aspira a convertirse en el mayor hub internacional del mundo cuando se complete su construcción en 2028, recibiendo a 200 millones de pasajeros al año.
En total, el complejo ocupará un área de 76,5 kilómetros cuadrados, con seis pistas, cuatro terminales y 233 posiciones de estacionamiento de aeronaves, y contará con más de 500 mostradores de facturación y 225.000 empleados. Incluirá también oficinas, residencias, hoteles, un centro de salud, edificios de arte y cultura, comercios, un centro de exposiciones y convenciones e instalaciones para reuniones y capacitación en el lugar.
El nuevo aeropuerto sustituirá gradualmente al actual aerodromo Ataturk, y se convertirá en el nuevo hogar de la compañía aérea nacional, Turkish Airlines, que trasladará allí todas sus operaciones a partir del 31 de diciembre. Se espera que a final de este año pasen diariamente por Estambul unos 2.000 aviones diarios operados por 250 aerolíneas, y que en 2019 las nuevas instalaciones reciban 90 millones de pasajeros.