Egipto está ya preparado para volver a recibir turistas, tanto vacacionales como corporativos, incluyendo grupos en viajes de incentivo o asistentes a eventos. Además de estrictos protocolos sanitarios en aeropuertos, hoteles y atracciones, el gobierno egipcio ofrece la garantía de que, en caso de que el visitante enferme de Covid-19 durante su estancia, cubrirá los gastos de su aislamiento en el hotel o el traslado y tratamiento en hospital si así lo requiere.
Se permiten los eventos en espacios interiores con un máximo de 150 participantes o el 50% de la capacidad de la sala. En exteriores, el límite es hasta 300 personas, manteniéndose todos los protocolos sanitarios. Todas las actividades, incluyendo excursiones en globo o las típicas felucas operan también al 50% de su capacidad. En las visitas a sitios arqueológicos, los grupos han de ser de un máximo de 25 personas y solo se permitirá hasta 100 visitantes cada hora en los museos, y de 10 a 15 personas en las pirámides o tumbas, dependiendo de sus dimensiones.
Desde septiembre de 2020, todos los viajeros extranjeros deben presentar un test PCR negativo, realizado en las 72 horas previas a la salida de su vuelo. En los aeropuertos de Luxor, Hurghada, Sharm El-Sheikh, Taba y Marsa Allam los pasajeros pueden hacerse esta prueba a la llegada, y hacer el check-in en su hotel con normalidad mientras esperan los resultados. Si el resultado es positivo deberán hacer cuarentena en habitaciones separadas, y se cubrirán los gastos de alojamiento y manutención hasta su salida.