PURO COLOR
Por Eva López Alvarez
Fotos E. L. A.
Antes Cartagena de Indias era un lugar en el que nada parecía cambiar mucho y ofrecía seguridad en un destino de riesgo. Hoy es una ciudad en el que conviven pasado, presente y futuro y ejerce de prueba tangible del dinamismo que caracteriza a la nueva Colombia.
En Cartagena conviven calles empedradas que incitan a perderse en el realismo mágico que tan bien describió Gabriel García Márquez, edificios modernos con toda la comodidad que ofrece la domótica y establecimientos de diseño en calles decoradas con mensajes expresados en forma de grafitis. Y en todas partes color, mucho color.
El color se hace rey principalmente en el casco antiguo y el vecino barrio de Getsemaní, impregnando las paredes, las fachadas de las casas más antiguas dejando solo espacio a los bonitos ventanales enrejados con madera… A eso se suman los colores de cielo que se disfrutan sobre todo desde los bastiones heredados de la presencia española durante las puestas de sol.
El azul del mar remata la postal aunque cabe destacar que el Caribe no es el mayor atractivo de Cartagena de Indias: no es un destino de aguas prístinas y arena fina entre palmeras. Es un referente histórico y cultural de primerísimo orden que cuenta con buenas playas.
Bocagrande
Parte del horizonte que se divisa desde la ciudad vieja está definido por los rascacielos de los barrios de Bocagrande y Zona Norte, donde está el gran puerto de cruceros que situó a Cartagena de Indias en el mapa turístico internacional.
Bocagrande es en realidad una lengua de tierra que se adentra en el mar desde el casco antiguo y concentra la oferta más moderna, con hoteles como el Hilton Cartagena de 341 habitaciones. Fue remodelado en 2014 y es muy utilizado para grupos en conventive o incentivo gracias a su acceso directo al mar.
La programación de actividades acuáticas forma parte de los servicios ofrecidos a los grupos. En los jardines se organizan eventos para cupos de hasta 1.200 personas. Para sesiones de trabajo el hotel cuenta con 20 salones en un centro de convenciones que puede albergar hasta 1.500 delegados simultáneamente en el mayor de los espacios.
El Caribe by Faranda Grand es tan antiguo que en sus orígenes, hace 75 años, se accedía en barca. Actualmente reconocido como Monumento Nacional, es una bella combinación de arquitectura contemporánea y colonial con 99 habitaciones ubicadas en el edificio histórico remodelado en los últimos años. En total cuenta con 363 habitaciones, el 90% de ellas con vista al mar, y nueve salones con capacidad para 280 personas en formato teatro en el más grande.
InterContinental Cartagena de Indias abrió sus puertas en 2015 buscando ser referente de la noche colombiana gracias a su casino. Con 287 habitaciones en la torre de 26 pisos que forma parte del complejo comercial Nao Sun, cuenta con un gran salón para 1.000 delegados en teatro como parte de los 1.100 m2 dedicados a congresos y convenciones.
En la misma zona, en el hotel Hyatt Regency Cartagena todo es panorámico. Con 285 habitaciones y situado sobre el centro comercial Plaza Bocagrande, cuenta con seis salones modulables para eventos, cuatro piscinas y un gran gimnasio.
Getsemaní
Conectando Bocagrande y la ciudad antigua amurallada, el barrio de Getsemaní es el más dinámico en cuanto a hoteles boutique, venues de diseño y novedades que sorprenden. Es además la sede del Centro de Convenciones Julio César Turbay Ayala, a las puertas del casco viejo, al que se puede llegar en barca surcando las aguas de la bahía de las Ánimas.
La explanada de San Francisco que sirve de entrada al recinto es uno de los mayores espacios exteriores que ofrece la ciudad. Ya se han organizado cenas para 1.800 invitados. En el Gran Salón Barahona se pueden reunir 2.000 personas mientras que el auditorio cuenta con 1.462 asientos.
El hotel La Artillería es ejemplo tangible de la reconversión que está viviendo el barrio: esta antigua casa militar se ha convertido en un hotel boutique de 23 habitaciones muy utilizado por pequeños grupos en incentivo deseosos de sumergirse en la atmósfera local.
Hasta hace pocos años desdeñado por el turismo y desgraciadamente famoso por sus elevados índices de criminalidad, actualmente Getsemaní es el barrio de moda en Cartagena. Son numerosas las propuestas culturales, musicales y de diseño que esconde, además de estar llamado a ser referencia de las propuestas de lujo en la ciudad.
Al restaurante Club de Pesca, sobre la pequeña isla de Manga unida actualmente a Getsemaní y la ciudad amurallada, los grupos pueden llegar en barco para una cena que tendrá el skyline de Cartagena como horizonte. Se trata en realidad de un pequeño fuerte construido en el siglo XVIII en el que organizar eventos al aire libre y con capacidad para 800 personas. Es además uno de los emblemas de Cartagena en cuanto a restauración, fundado en 1956.
Proyectos de lujo
El grupo hotelero Four Seasons está detrás de un amplio proyecto que incluye la restauración de varios edificios que datan del siglo XVI, entre ellos la iglesia y claustro de San Francisco, el Antiguo Club Cartagena donde se reunían las élites cartaginesas de los años 20 del siglo pasado y cuatro teatros de renombre: el Cartagena, el Calamarí, el Bucanero y el Rialto.
Sin fecha fijada de inauguración al cierre de esta edición, el Four Seasons Hotel and Private Residences Cartagena albergará un hotel de 131 habitaciones y 1.485 m2 de espacios históricos para reuniones y eventos.
Desde el vecino Muelle de la Bodeguita los grupos pueden embarcar con destino a la isla de Barú o las Islas Corales del Rosario. El Caribe de postal sí aparece ante los ojos del visitante en ambos destinos, a 45 minutos de navegación de la ciudad.
Ampliando el abanico de las propuestas de lujo, ya de por sí amplio que ofrece la ciudad, el Convento Obra Pía Viceroy Cartagena ocupará un antiguo convento del siglo XVII y tiene previsto abrir sus puertas dentro de la ciudad amurallada en 2022. Con 102 habitaciones en las que se combinará clasicismo y diseño, contará con 1.250 m2 de espacios para eventos, spa, piscina en la azotea y bar con vistas en 360º.
Ciudad amurallada
El barrio de Getsemaní está separado de la ciudad amurallada por un pequeño puente que conduce a la emblemática Puerta del Reloj, principal acceso al área más visitada de Colombia.
El secreto mejor guardado de Cartagena de Indias está protegido por once kilómetros de muralla que atesoran la ciudad colonial mejor conservada de América Latina. Reconocida como Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO, fue fundada en 1533 por Pedro de Heredia.
Cuentan los locales que el nombre le fue dado por Rodrigo de Bastidas, compañero de travesía de Cristóbal Colón en su viaje hacia las Indias. Cuando avistó la bahía, quiso bautizar el lugar donde tomarían tierra homenajeando a la ciudad española de Cartagena. Completaron el nombre con el del continente al que creían estar viajando.
Lo que era el lugar de residencia de los indios Kalamari terminó siendo un importante enclave para el imperio colonial español. Con vistas a protegerlo se construyó en el siglo XVII el Fuerte de San Felipe de Barajas: defendía el puerto en el que embarcaban dos veces al año las riquezas que la corona española extraía de América, además de prevenir los frecuentes ataques de piratas. Hoy en día se ofrece como venue y es muy utilizado en cenas de clausura con 600 invitados en uno de los antiguos patios de armas. Reproducciones de asaltos, fiestas tropicales… forman parte de las animaciones con las que se suelen amenizar las veladas.
El Baluarte San Ignacio también utiliza para eventos en el exterior en forma de cócteles para un máximo de 800 personas. No es el único espacio histórico al aire libre que ofrece Cartagena: la mayoría de los baluartes pueden ser privatizados respetando las limitaciones de sonido. La Plaza de la Aduana también ha sido privatizada para eventos multitudinarios de hasta 2.500 invitados.
Lujo intramuros
Lo mejor que el visitante puede hacer en Cartagena de Indias es perderse por sus calles, ya sea durante una búsqueda del tesoro o en un rato de tiempo libre que no debe faltar en los programas. Es un destino seguro por el que pasear con tranquilidad y la simpatía de los locales hace el resto.
Los mejores hoteles de la ciudad amurallada para pequeños grupos en convención o incentivo ocupan edificios históricos rehabilitados por lo que el encanto es uno de los atractivos asegurados. En general resultan de la recuperación de antiguos conventos, como en el caso del Sofitel Legend Santa Clara Cartagena, que presume de todas las historias que esconde en sus áreas comunes y espacios para eventos. Tiene 122 habitaciones de austera decoración contemporánea y siete salones para banquetes de hasta 200 comensales. Se pueden organizar eventos al aire libre en la plaza propia dentro de las murallas, junto al Baluarte San Francisco Javier.
El Charleston Santa Teresa también forma parte de los hoteles más exclusivos de la ciudad antigua, ocupando también las instalaciones de lo que fue un convento en la época colonial: con 89 habitaciones de diseño, goza de un emplazamiento excelente. Destacan sus espacios para eventos, con capacidad hasta 300 invitados, de los que cuatro son interiores y cuatro exteriores. Entre los interiores destaca La Capilla, para 220 personas, ocupando lo que fue realmente la capilla del convento.
El hotel incluye un área VIP con 13 habitaciones y acceso directo a la calle. Las magníficas vistas de la piscina panorámica pueden ser telón de fondo de un cóctel que también puede tener lugar en la terraza panelable con capacidad para 120 invitados.
Casa San Agustín ha recibido numerosos reconocimientos a su encanto. Mantiene la esencia del refinamiento con el que nacieron los tres edificios que lo componen en el siglo XVII, sin renunciar a la comodidad más exclusiva. Es fruto de la unión de tres casas señoriales que dieron lugar a un hotel de 20 habitaciones y once suites en el que se mantienen desde frescos originales en su biblioteca hasta los techos con vigas de madera de siglos de antigüedad.
Tiene una sala de reuniones para 45 delegados, además de los dos espacios privados en el restaurante Alma, uno de ellos exterior. En la isla Barú el establecimiento cuenta con la playa privada Acasí.
La cadena colombiana Movich presume de contar con la mejor terraza panorámica del destino en su hotel Movich Cartagena de Indias, con vistas en 360º que incluyen las imágenes más icónicas de la ciudad: la iglesia de San Pedro Claver, la catedral de Santa Catalina de Alejandría, la bahía de Cartagena y la plaza Simón Bolívar. De cuatro estrellas, cuenta con 32 habitaciones.
Venues históricos
Casa 1537 abrió sus puertas hace seis años como espacio para eventos en la que fue la primera catedral de la ciudad. Ofrece diez salones en pleno centro de la ciudad antigua. La capacidad del mayor es de 800 personas en cóctel. El bonito claustro es hoy un patio de 185 m2 que se utiliza para cenas de gala de hasta 60 comensales.
En el Teatro Heredia Adolfo Mejía, que imita a los teatros europeos del siglo XIX y fue construido sobre una iglesia, se pueden organizar espectáculos privados para grupos de hasta 650 invitados.
Las calles y plazas de la ciudad amurallada se ofrecen como espacios para eventos y actividades de teambuilding e incentivo. Por ejemplo, se pueden aprender algunos pasos de los bailes locales en la plaza Bolívar, corazón del casco antiguo, cuando locales y turistas comparten todas las tardes un rato de cumbia, ballenato y bullerengue.
Las degustaciones de ron también forman parte de los clásicos que sorprenden a los grupos corporativos durante un paseo por el casco antiguo. Por qué no como añadido a una parada e la calle Cochera de Hovo, una de las calles más fotografiadas de Cartagena y sin duda una de las más llamativas por sus casas de colores y aldabas en las puertas. Estos llamadores de metal pueden convertirse en el hilo conductor de una búsqueda del tesoro.
Siguiendo a García Márquez
Del amor y otros demonios, El amor en los tiempos del cólera o su autobiografía Vivir para contarla… pueden ser ejes temáticos de un itinerario por la Cartagena que inspiró a Gabriel García Márquez. Las rutas se pueden programar a pie o en coche de caballos, con los grupos adentrándose en la atmósfera que desprende la ciudad histórica a través de la Puerta del Reloj. Es posible vestir a los invitados como personajes de época que reproduzcan en distintos puntos del casco antiguo pasajes de la obra de García Márquez pasajes previamente ensayados.
También es posible amenizar el recorrido con la degustación de algunas de las delicias descritas en sus obras, como las limonadas de la plaza Bolívar o los bollos de coco de la calle Román.
Son cuatro horas de recorrido durante las que descubrir a lo largo de 35 estaciones los lugares mencionados por el autor. En el camino se descubren otros detalles que remiten a la historia de la ciudad como la ventana de las acusaciones en el Palacio de la Inquisición.
Zona Norte
A doce kilómetros de la ciudad antigua, este área de Cartagena de Indias comparte con Bocagrande los proyectos hoteleros de mayor envergadura. Aquí están las mejores playas de la ciudad y su desarrollo turístico comenzó con el Hotel Las Américas, aún a día de hoy referente para los congresos, ferias y grandes operaciones MICE gracias a su Centro Internacional de Convenciones que puede albergar sesiones de trabajo de hasta 5.000 delegados.
Cuenta con 530 habitaciones divididas en dos recintos -Casa de Playa y Torre del Mar-, ambos frente al mar y con acceso directo a la playa. Cada uno de los dos edificios cuenta con sus propias salas para reuniones. El Infinito Bar del piso 10 se utiliza para fiestas de hasta 100 personas decoradas con la puesta de sol.
De camino a Barranquilla, a una hora de Cartagena, el volcán del Tomumo es un cono volcánico lleno de lodo. Los grupos flotan en un auténtico mar de barro tras internarse en el cráter a través de una escalera de madera, en una experiencia muy famosa entre los locales.
Cartagena es un destino que hay que saborear y no sólo a través de su cocina. Su riqueza cultural, sus colores, su pasado omnipresente y su dinamismo actual hacen de éste un lugar mágico y real al mismo tiempo.
Teambuilding en Cartagena de Indias
Cata de café
La degustación del café colombiano no puede faltar en ningún programa. La reputación de su café arábico se debe a ser en muchos casos recolectado manualmente, lo que influye en su calidad, además de las condiciones geográficas y el clima en el que se cultiva
Paseo en chiva
La chiva rumbera es un autobús lleno de color y música que traslada a los grupos por los diferentes puntos de interés. Puede servir de punto de encuentro durante un rally que incluya regresar con retos resueltos para continuar el circuito festivo.
Taller de esmeraldas
La formación de esmeraldas en Colombia sigue un proceso único en el mundo que se puede descubrir durante un taller que permita reconocerlas, así como admirar alguno de los ejemplares de las dos regiones donde se extraen: Boyaca y Cundinamarca.
Clase de cumbia
La cumbia es uno de los bailes más representativos de Colombia y resulta de la mezcla de ritmos nativos, africanos y europeos. Es uno de los muchos bailes tradicionales, que se pueden aprender a diferenciar durante una clase.
Un Caribe diferente
Las playas de Cartagena son de origen volcánico, además de estar precedidas por una carretera en Bocagrande, por lo que no corresponden con la imagen del Caribe que el viajero suele llevar en la mente. Sin embargo su amplitud se presta a olimpiadas en la arena y fiestas nocturnas.
Las salidas en catamarán o galeón por la bahía de Cartagena, con simulaciones de un ataque pirata también forman parte de los clásicos. De enero a marzo hay más viento, lo que dificulta las salidas hacia las islas circundantes, siendo abril, noviembre y diciembre los meses más lluviosos. De diciembre a febrero los vientos alisios refrescan el ambiente haciendo bajar la media de 34º que se registra el resto del año. Mayo, septiembre y octubre son en consecuencia los meses más recomendados a los organizadores de incentivos en grupo que suelen incluir una jornada en el Caribe insular.
En la Isla Grande, la mayor de las 28 que componen el archipiélago de las Islas Corales del Rosario, merece la pena recorrer manglares y atravesar la suerte de túnel que crean las raíces a lo largo de 600 metros. En el camino se encuentra la Laguna Encantada, de la qu se dice contiene aguas milagrosas y los que se bañan en ellas no envejecen.
Información práctica
Huso horario GMT -5
Moneda Peso colombiano (COP)
Tipo de enchufe
Tipo A/B – Voltaje 110 V
Código telefónico +57
Aeropuerto más cercano
Cartagena de Indias (CTG) a 4 km
Barranquilla (BAQ) a 99 km
Más información
CARTAGENA DE INDIAS CONVENTION & VISITORS BUREAU
María Clara Faciolince- Directora ejecutiva
mfacio@cartagenacvb.com
+57 (320) 783 8315
www.cartagenacvb.com