BERLÍN
UN VIAJE POR LA HISTORIA
Por Eva López Álvarez
Berlín es una urbe efervescente que siempre ofrece novedades y la última pasa por su puerta de entrada. Tras muchos años de retraso en su inauguración, por fin todos los vuelos con destino a la capital alemana aterrizan en un único lugar: el nuevo Aeropuerto Internacional Berlín-Brandeburgo Willy Brandt. Desde octubre de 2020 reemplaza al antiguo Berlín-Schönefeld, sobre el que se ubica, y su apertura conllevó el cierre de Berlín-Tegel.
En realidad, no es la única plataforma aeroportuaria que se mantiene activa en la ciudad: El aeródromo de Tempelhof no solo ejerció un papel relevante en el suministro del
Berlín Oeste durante los años en los que la ciudad estuvo dividida. Hoy en día es uno de los parques urbanos más frecuentados de la capital. El edificio de la terminal sigue
existiendo y se utiliza para cenas de gala de hasta 700 comensales, integrando las cintas transportadoras en la logística del servicio y la decoración de la operación. Numerosos programas de teambuilding e incentivos tienen lugar en sus pistas, dentro de lo que los locales conocen como un “parque sin ningún árbol”. La antigua construcción del régimen nazi ha vivido por tanto varias vidas, siendo sin duda esta última la que le otorga un carácter especialmente único.
Una ciudad doble
Cualquier paseo por Berlín deja en evidencia su fascinante historia. Y el reto que supuso en los años 90 del siglo pasado reunificar dos ciudades que, si bien constituían históricamente una, llevaban 44 años separadas –de 1945 a 1989– y bajo regímenes políticos antagónicos. Por eso todo estaba duplicado en el momento de la reunificación, cuando cayó el Muro que fue muestra tangible de esta realidad durante 28 años.
Mientras que en el lado oriental del Muro de Berlín las autoridades comunistas construyeron museos y espacios de encuentro en lo que hoy se conoce como la Isla de los Museos, en Berlín Occidental se creó el Kulturforum, que reúne algunos de los espacios culturales más emblemáticos del destino.
Sus emblemas son también espacios para eventos, como la Philharmoniker (Filarmónica) y la Gemäldegalerie, incluidas entre los mejores espacios del mundo para escuchar música y disfrutar del arte europeo de los siglos XIII a XVIII, respectivamente.
La Neue Nationalgalerie (Nueva Galería Nacional), diseñada por Mies van der Rohe, es otro de los edificios icónicos de esta área que alberga otros museos, como parte del espacio más amplio de Berlín en cuanto a infraestructuras culturales.
Muy cerca del Kulturforum, el hotel Berlin Central District, recientemente integrado en el grupo Marriott International, Evento en Tempelhof está inmerso en un vasto proyecto de renovación que dará lugar en 2022 al primer JW Marriott de la ciudad. La remodelación terminará en 2025 y se mantendrán las 505 habitaciones con las que cuenta actualmente. También se conservará el interés del hotel para grandes grupos gracias a su ballroom diáfano para 2.000 delegados en teatro.
En total, el establecimiento cuenta con 48 salas de reuniones y una terraza en la azotea que podrá ser utilizada para eventos, incluyendo barbacoas con el buen tiempo.
La caída del Muro
Cuando el 9 de noviembre de 1989 se comenzó a derribar el Muro de Berlín, emergió un nuevo universo de posibilidades arquitectónicas que dieron lugar a espacios como la vecina Potsdamer Platz, uno de los centros neurálgicos de una capital que cuenta con varios corazones. La cubierta del Sony Center es uno de los iconos del ecléctico skyline de Berlín. Simboliza a la perfección la evolución de una urbe que supera su pasado orientándose hacia un prometedor futuro.
Dentro del recinto, el restaurante Lindenbräu ya es un clásico para grupos que quieran degustar la cocina germana tradicional acompañada de cerveza berlinesa, en un marco
rústico dentro del vanguardismo del Sony Center.
Potsdamer Platz ejerce al mismo tiempo de vestigio histórico, expresión de la modernidad berlinesa y de corazón del actual distrito financiero, siendo hoy por hoy uno de las almas de la ciudad reconvertida. Aún se conservan paneles del Muro sobre la línea que a lo largo de un total de 160 kilómetros sirvió para partir la ciudad en dos.
Recorrer parte de esta distancia en bicicleta es una de las actividades programadas para grupos en incentivo, a lo largo del llamado Camino del Muro.
Aunque hoy en día la frontera física ya no existe, es fácil recordar su origen y adivinar su impacto a través de la exposición permanente Topografía del Terror, a los pies de un gran trozo de muro y con la imponente presencia del antiguo ministerio de la Luftwaffe, o fuerza aérea nazi, que hoy alberga el Ministerio de Hacienda.
Esta exposición que nació como temporal es la más completa sobre el pasado nazi que se puede visitar en la ciudad. La inmersión en este capítulo de la historia alemana se puede completar con la visita de alguno de los búnkeres que aún existen en el subsuelo berlinés. Se conservan más de 3.000 y su visita forma parte de los circuitos propuestos por el Unterwelten Museum (Museo del Mundo Subterráneo). Algunos están intactos, a pesar de la destrucción que afectó al 80% de Berlín tras los bombardeos aliados de 1945.
Los vestigios de la 2a Guerra Mundial no son los únicos ejemplos tangibles de la resiliencia alemana. Desde Postdamer Platz se divisa la cuadriga que corona la emblemática Puerta de Brandeburgo, símbolo de la resistencia que la ciudad ha demostrado ante los numerosos y dolorosos avatares de su historia.
La que fue una de las 20 puertas de entrada a la ciudad preside hoy una plaza que alberga importantes embajadas y referencias hoteleras como el hotel Adlon Kempinski Berlin,
cuyo primer edificio, erigido en 1907, desapareció bajo las bombas y renació en 1997.
Es el establecimiento elegido por las grandes personalidades y celebridades a su paso por
Berlín, además de ser un icono hotelero por las magníficas vistas que ofrece de la Puerta de Brandeburgo desde parte de sus 389 habitaciones, incluyendo 27 suites. Cuenta con tres restaurantes (uno de ellos con dos estrellas Michelin) y dos spas, uno con piscina interior. El segundo es el más grande de Berlín, con doce cabinas de masaje.
Para sesiones profesionales ofrece dos ballrooms divisibles, uno de ellos con vistas a la sucesión de estelas del Monumento del Holocausto, además de 15 salas y dos bonitos jardines de invierno interiores para cócteles de hasta 50 invitados.
Un destino verde
Berlín es una ciudad llana que se recorre cada vez más en bicicleta gracias a la extensión de kilómetros de carriles dedicados. Además, numerosos parques se prestan al descanso de los grupos en programas que incluyan actividades de teambuilding.
La plaza Potsdamer Platz y la Puerta de Brandeburgo cierran por el este el Tiergarten, o Central Park berlinés, ocupando lo que fue en el siglo XVII un coto de caza para la familia real. Sesiones de tai chi. yoga o picnics… reúnen a locales y turistas en este pulmón verde que se ubica en el centro de la capital, dentro de lo que era antaño el Berlín occidental.
En el extremo opuesto y en torno a la estación de tren Berlin Zoo, se extiende uno de los dos parques zoológicos de la ciudad. También los barrios más burgueses y el mayor centro comercial de Europa: KaDeWe –abreviación de Kaufhaus des Westens (Grandes Almacenes del Oeste)–.
Cuenta en el piso superior con numerosas propuestas de restauración, en una suerte de mercado interior donde elegir diferentes tipos de comida.
Muy cerca se encuentra otro de los iconos de Berlín: la Iglesia Memorial Kaiser Wilhelm. Cuando en 1950 se quiso derruir los restos de una iglesia destrozada por los bombardeos de la 2ª Guerra Mundial, un movimiento ciudadano se opuso, exigiendo hacer de estas ruinas el memorial que es hoy en día. El contraste con la Capilla Nueva es evidente, en una nueva prueba de los contrastes arquitectónicos tan característicos de la capital alemana.
A diez minutos a pie se encuentra el hotel RIU Plaza Berlin. Inaugurado en 2015 con 357 habitaciones en 18 pisos, cuenta con once espacios para reuniones y acceso directo desde el vestíbulo a nueve de ellos. El mayor puede albergar hasta 246 personas en teatro.
Hotel am Steinplatz, perteneciente a la gama Autograph Collection de Marriott, es un establecimiento boutique que ocupa un bonito edificio art déco. Los negros, grises y blancos que emanan del mármol otorgan mucha personalidad a este hotel inaugurado en 2015.
Con cinco estrellas, es un homenaje a los años 20 del siglo pasado, cuando el edificio fue construido, dentro de una tranquila área residencial muy cercana al bullicio de la zona comercial en torno a KaDeWe. Cuenta con 76 habitaciones y un espacio para eventos de 90 m2 divisible y con luz natural. Un agradable spa, también con luz, ocupa el piso
superior, incluyendo 3 cabinas de masaje, sauna y área de fitness.
Berlín oriental
El distrito de Mitte ejerce de casco histórico de Berlín, antiguamente conocido como el barrio de los graneros. Junto a la Isla de los Museos y la Catedral se encuentra la gran novedad para MICE del destino: Humboldt Forum. Es una reproducción del palacio real de Berlín que alberga desde hace unos meses exposiciones y eventos culturales. Sus patios interiores se ofrecen para operaciones MICE. Próximamente, su azotea con vistas será sin duda uno de los espaciosvmás demandados del destino.
También forma parte del área de Mitte el barrio judío, con venues de interés como House of small wonder. Se trata de una cafetería con patio interior que testimonia del cosmopolitismo de la capital alemana en lo que fue antiguamente una escuela de chicas.
Es uno de los espacios utilizados por el receptivo Berlinagenten, especialista en eventos singulares en espacios únicos, desconocidos incluso para los propios berlineses. Elementos del mundo del cabaret se pueden mezclar con música tecno, personajes burlescos y drag queens de referencia de la noche berlinesa en las sesiones organizadas por este DMC.
Dentro del barrio judío, Hackesche Höfe es la mayor zona de patios cerrados de Alemania. Tras sobrevivir a la 2ª Guerra Mundial, fueron declarados Monumento Histórico en 1972. Restaurados en los años 90 del siglo pasado, hoy son uno de los marcos de la vida nocturna berlinesa gracias a locales como The Chamäleon, un teatro de artes escénicas que en 2019 celebró 15 años como espacio dedicado al circo contemporáneo. Merece la pena consultar su agenda durante la estancia de un grupo incentivo en la ciudad.
Pasado, presente y futuro
Agencias como Cultour Incoming ofrecen versiones renovadas de un clásico de Berlín: el crucero a través del que comprender mejor la historia e urbanismo de una ciudad que cuenta con numerosos canales.
La Isla de los Museos de Mitte, los edificios gubernamentales en torno al Reichstag (Parlamento), los barrios industriales y bohemios, el Tiergarten o la ciudad nueva que aún sigue creciendo en torno a East Side Gallery, son algunas de las postales que evidencian el eclecticismo de Berlín en trayectos de tres horas y media de duración, con comida o
cena a bordo.
Otro de los emblemas del Berlín oriental es Alexanderplatz. En sus cercanías se encuentra The Grand Berlin, un homenaje a la estética posterior a la caída del Muro, cuando numerosos locales de esta parte de la ciudad fueron utilizados para todo tipo de fines. Esta antigua escuela para niños desfavorecidos es hoy uno de los mejores restaurantes de Berlín que ofrece además varias salas para eventos, entre ellas la discoteca para fiestas de hasta 100 personas.
Otros salones con diferentes capacidades –hasta un total de 800 personas en total– comparten una decoración basada en una estudiada decrepitud que encaja con el refinamiento del lugar. El ballroom del piso superior se utiliza para cenas de gala de hasta 80 comensales.
La cadena Titanic cuenta con varios hoteles en Berlín Este, entre ellos el Titanic Gendarmenmarkt, junto a la bonita plaza del mismo nombre. Ofrece 193 habitaciones y 15 suites, dos espacios para eventos y un ballroom con capacidad para 180 personas.
El grupo prepara la apertura de un nuevo establecimiento cerca de KaDeWe. Para presupuestos más bajos y en estilo vintage, el Titanic Comfort Kurfürstendamm abrirá pronto sus puertas con 150 habitaciones.
Los eventos más multitudinarios organizados en la parte este de Berlín tienen cabina en la Mercedes-Benz Arena que se encuentra junto a East Side Gallery, el trozo de Muro
que ejerce de museo al aire libre y es mundialmente famoso por el fresco del beso de Leonid Brezhnev, antiguo líder de la Unión Soviética, y Erich Honecker, su coetáneo como pre-
sidente de la República Democrática de Alemania (al oeste).
Este gran espacio cultural puede albergar eventos de hasta 17.000 asistentes, además de
contar con 59 salas para todo tipo de conferencias y celebraciones. Verti Music Hall es otra sala de conciertos en en la misma plaza Mercedes-Benz, donde se pueden organizar eventos de hasta 4.350 asistentes. Su azotea con vistas forma parte de los espacios de moda
para afterworks.
Los receptivos locales afirman que el destino Berlín es ideal para viajes de incentivo de entre 100 y 200 participantes. Sin embargo, la apuesta de la ciudad por postular a los mayores congresos internacionales es evidente con la renovación del ICC – Internationales Congress Centrum Berlin
Bajo la misma gestión, y como parte del mismo recinto ferial –Messe Berlin– fue inaugurado en 2014 CityCube Berlin, un pabellón multifuncional con 50 salas para eventos profesionales y capacidad para 5.000 personas, en el mayor espacio, sin columnas.
Eventos con vistas
Si bien Berlín no cuenta con muchas azoteas y espacios panorámicos para eventos, los que se ofrecen son realmente únicos. Entre ellos destaca la cúpula acristalada del Reichstag
(o Bundestag) y la emblemática torre de televisión de Alexanderplatz, con su restaurante giratorio.
Desde la cúpula del Reichstag se puede observar no solo una estructura única sino la ciudad. A 47 metros de altura se encuentra un cono compuesto de 360 espejos que proyecta la luz natural el salón plenario que alberga las sesiones políticas. El restaurante Käfer, junto a la cúpula, se puede privatizar y cuenta con una bonita terraza.
Además, junto a Potsdamer Platz, Panorama Punkt ofrece vistas para cócteles de hasta 400 invitados en la planta 24, tras el ascenso en el ascensor más rápido de Europa (20
segundos de trayecto). Los colores cambiantes de la cúpula del Sony Center decoran las panorámicas.
Tanto las vistas del Reichstag como del Panorama Punkt son más fáciles de disfrutar que las de la torre de Alexanderplatz. En días nublados, los 368 metros de altura de la emblemática torre pueden situar a los grupos encima de las nubes, impidiendo disfrutar del horizonte.
Todo tipo de historias
En Berlín, el pasado no solo recuerda a guerras y divisiones, también a fiestas imperiales como las que tenían lugar en Charlottenburg. Es el palacio construido en el siglo XVII como lugar de veraneo de la esposa del rey Federico III. Algunas partes del castillo sobrevivieron a la 2ª Guerra Mundial. Se pueden visitar espacios con muebles originales durante un recorrido que también incluye sus famosos jardines.
Actualmente incluido dentro de Berlín Oeste, Charlottenburg es también un venue. En la Orangerie se pueden organizar cócteles de hasta 1.500 invitados.
Los marcos para eventos con tintes históricos en Berlín son excepcionalmente variados. Incluyen desde iglesias desacralizadas como la de Friedrichswerder, sede de exposiciones y eventos privados, al Parlamento y la Catedral de la ciudad, pasando por museos en los que compartir sala con el busto de Nefertiti o la imponente presencia del Altar de Pérgamo.
Las posibilidades para grupos de incentivo son igualmente variadas, pudiendo combinar historia, música electrónica y estéticas vanguardistas en originales recintos. Todo parece
posible en una ciudad que se presenta al visitante sin ningún tipo de complejo. Los encorsetamientos parecen no existir en Berlín y esto se puede aplicar a cualquier operación MICE en la ciudad.
Afirman los berlineses que Berlín no se parece al resto de Alemania. Cierto es que el
cosmopolitismo que impregna su ambiente la equipara con las mayores urbes del mundo
en cuanto a interés, aunque con la facilidad que otorga el tamaño humano de un destino que apuesta además por el compromiso medioambiental.
En Berlín la historia se ve y se puede tocar. Al igual que el prometedor futuro.
Teambuilding en Berlín
Carreras sobre pista
El receptivo Time Change organiza carreras de Fórmula E en las pistas del antiguo aeródromo de Tempelhof. Los participantes conducen monoplazas eléctricos por el lugar que durante la división de la ciudad sirvió como plataforma de aprovisionamiento de Berlin oeste.
Fragancia personal
Junto a Checkpoint Charlie, el puesto fronterizo más emblemático del Muro, Frau Tonis Parfum ofrece sesiones de creación de perfume para cuatro personas. Tras descubrir 28 fragancias propias del lugar, se seleccionan aquellas con las que crear una fragancia personal.
Workshop de grafiti
Aún existen en Berlín antiguas fábricas en las que organizar una sesión de grafiti para que los participantes puedan desarrollar su creatividad pintura en mano. El oso es la mascota de Berlín y también puede servir de soporte para dar rienda suelta a la imaginación a base de color.
Circuitos en Trabi
La búsqueda del tesoro en Trabi es un clásico. Los participantes conducen este coche de la era comunista que se fabricaba prácticamente a mano, utilizándolo como medio de transporte durante un recorrido que incluya alguno de los numerosos mercados de Berlín.
El muro de Berlín
No todo el mundo sabe que en Berlín no se construyó un muro para dividir la ciudad, sino cuatro. En los casi 30 años en que se mantuvo, hubo cuatro versiones de la separación, más o menos extendida para evitar que la población se acercase a la barrera y disuadiéndoles de todo intento de atravesar ilegalmente la frontera. Aún así, muchos consiguieron atravesarla y así lo testimonian algunas de las historias que se pueden ubicar en lugares que aún se conservan, como el espacio que alberga la exposición Topografía del Terror. Como ejemplo, un funcionario que trabajaba en la antigua sede del ejército aéreo nazi consiguió a través de una tirolina desplazarse junto a su familia al otro lado del Muro.
Del total de 160 kilómetros de pared que se construyeron, 44 se encontraban en la ciudad de Berlín. En Berlín Este, East Side Gallery es hoy un lienzo al aire libre sobre los paneles del muro original, en el que es el mayor trozo conservado en la actualidad. Los grupos de incentivo no solo pueden admirar las obras de arte urbano, también disfrutar del ambiente a las orillas del río Spree como los cientos de berlineses que con el buen tiempo se sientan en la verde orilla que se genera entre el río y el Muro, con vistas al bonito puente Oberbaum. Junto a el, Private Roof Club es una azotea para eventos con vistas.
Datos de interés
Moneda Euro (EUR)
Huso horario GMT +2
Tipo de enchufe Clavija tipo F / L – Voltaje común 230 V
Aeropuerto internacional Aeropuerto de Berlín-Brandeburgo Willy Brandt (BER)
Más información
VISIT BERLIN
Marco Oelschegel
Director Conventions
+49 (0)30 26 47 48 – 400
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