BELFAST – PURO INCENTIVO

La capital de Irlanda del Norte es una caja de sorpresas: una ciudad compacta y accesible, donde los grupos de incentivos no solo encontrarán historia, cultura, gastronomía y diversión a raudales, sino también aventuras y experiencias dignas de una novela (o serie televisiva).

BELFAST

UN DESTINO CON MIL HISTORIAS

Por Cristina Cunchillos    –    Fotos Cristina Cunchillos / Visit Belfast

Todos tienen una historia que contar en Belfast, la capital de Irlanda del Norte. El carácter abierto de los irlandeses se infiltra en este rincón del Reino Unido que vio nacer a C.S. Lewis, autor de las Crónicas de Narnia. Los nativos, parlanchines y curiosos, reciben a los visitantes con los brazos abiertos y les deleitan con sus historias. Hay relatos de resiliencia, legado del largo y doloroso conflicto norirlandés de fines del siglo pasado, conocido como The Troubles, pero también anécdotas divertidas o cotilleos de los actores que han estado filmando en la ciudad.

El estreno de Belfast, la nueva película autobiográfica del director nativo Kenneth Branagh, les dará más de que hablar, y ayudará a poner a la ciudad en el punto de mira internacional. Es ya sede habitual de congresos y eventos, ahora impulsados además por nuevas subvenciones de Turismo de Irlanda del Norte, y también un destino muy completo para viajes de incentivo.

Cuna del titanic

La construcción naval fue durante décadas la principal industria de Belfast, con la empresa Harland & Wolff, fundada en 1861, a la cabeza. Las siglas H & W se pueden ver en las dos gigantescas grúas, apodadas Sansón y Goliat, que dominan el paisaje portuario y se han convertido en iconos de la ciudad.

En sus astilleros nació el barco más famoso de la historia: el RMS Titanic. Un total de 1.517 personas, incluyendo numerosos trabajadores de Belfast, fallecieron cuando naufragó en su viaje inaugural, el 15 de abril de 1912, tras chocar con un iceberg.

En el centenario del hundimiento se estrenó Titanic Belfast, el mayor museo dedicado al malogrado trasatlántico. En un deslumbrante edificio cruciforme, cubierto con placas de aluminio, se hace un recorrido por la creación y lanzamiento del navío, su naufragio y labores de rescate, y el posterior hallazgo de los restos sumergidos, que se ven en un impactante vídeo proyectado en el auditorio.

Objetos originales como pasajes, menús o emotivas cartas de los supervivientes dan lugar a una experiencia inolvidable.

En la Titanic Suite, decorada como una réplica de la gran escalinata del buque, se puede volver atrás en el tiempo en un banquete con 500 invitados o tomar un clásico afternoon tea con menú y vajilla similares a los servidos a bordo y personal vestido con ropa de la época. Hay otros espacios para eventos en la planta superior.

En el exterior del edificio abunda el simbolismo, con bancos que deletrean en morse el mensaje original de socorro, además de jardines que muestran la desproporción en cuanto al número de fallecidos en las diferentes clases. En el suelo, una línea que se ilumina de noche marca la silueta del barco, en el pantalán de donde zarpó. Al lado, se puede visitar el buque SS Nomadic, que ejerció de trasbordador.

El Titanic Hotel Belfast ocupa el histórico edificio que fue la sede de Harland & Wolff junto a los astilleros. Cuenta con 119 lujosas habitaciones en estilo art déco con toques náuticos. En todo el hotel abundan las referencias a su pasado naval, con carteles y objetos originales de la época. Ofrece varios espacios para eventos, incluyendo la diminuta cabina telefónica donde se recibió la llamada de socorro del Titanic, que se puede reservar para una reunión de seis personas.

El llamado Titanic Quarter se ha convertido en el nuevo barrio de moda, y existen planes para la construcción de dos nuevos hoteles. Aquí se encuentran también los Estudios Titanic, donde se filmaron escenas de la serie Juego de Tronos.

Centro urbano

El grandioso edificio de piedra blanca del ayuntamiento, en estilo neoclásico, domina el centro de Belfast. Alberga un interesante museo sobre la historia de la ciudad y se hacen visitas guiadas por su interior. En sus elegantes salones y rotonda se celebran cenas de gala y eventos conmemorativos con hasta 400 invitados.

Hastings Hotels es una cadena local que cuenta con siete hoteles de lujo en Irlanda del Norte, dos de ellos en el centro de Belfast. En todos ellos, los huéspedes encontrarán graciosos patitos de goma de regalo, con diferentes vestimentas e incluso homenajeando a personalidades según el hotel o la fecha de la estancia.

Situado junto al recientemente restaurado edificio de la Ópera, el Hotel Europa es probablemente el más famoso. Ser el preferido de dignatarios y políticos lo convirtió en objeto de numerosos atentados con bombas durante The Troubles. Cuenta con 272 habitaciones, reformadas con motivo de su 50 aniversario celebrado este año, así como varios espacios para eventos.

La torre del Grand Central Hotel, del mismo grupo, destaca en el skyline de la ciudad. En el Observatory Bar de su planta 23, que se puede reservar parcialmente, se disfruta de una copa con vistas panorámicas de Belfast, así como se aprecia el perfil del llamado “gigante dormido” de los Montes de Mourne, que inspiró al irlandés Jonathan Swift para escribir Los viajes de Gulliver. El hotel tiene 300 habitaciones de estilo moderno.

El Merchant Hotel, de cinco estrellas, ocupa la antigua sede del Ulster Bank, un bello edificio de arenisca de 1860. Su grandioso vestíbulo, donde se encuentra su galardonado restaurante, se ilumina con el mayor candelabro de cristal de Irlanda. El restaurante cuenta con pequeñas salas para comidas privadas, incluyendo la que albergó la caja fuerte, con capacidad para 18 personas. Su elegante bar ha sido reconocido como una de las mejores coctelerías del mundo. El hotel cuenta también con una taberna, The Cloth Ear Pub, en un edificio anexo añadido en 1920.

En el año 2010 se creó una extensión en estilo art déco. El hotel ahora ofrece un total de 62 habitaciones y suites, y los huéspedes pueden elegir entre el esplendor de la era victoriana en los alojamientos del edificio original, o las habitaciones modernas donde grandes fotos en blanco y negro de modelos vestidas al estilo de los años 20 les dan la bienvenida.

Del mismo propietario es el Bullitt Hotel, nombre inspirado en el título de una película del actor americano Steve McQueen, que abrió sus puertas en 2016. Con un carácter mucho más desenfadado y dirigido a un público más joven, cuenta con 74 habitaciones y salas de reuniones en las que se puede encontrar una canasta de baloncesto o una bicicleta estática para descargar tensión durante un coffee break.

Los viernes se reúnen en la recepción huéspedes y locales para escuchar la música de dj. El bar de la azotea se puede reservar cócteles de hasta 120 invitados, con excelentes vistas de la ciudad.

Whiskey y craic

Belfast cuenta con una larga tradición en la producción de güisqui (escrito whiskey, al estilo irlandés). Bushmills es considerada la destilería más antigua del mundo, en funcionamiento desde el siglo XVII.

Actualmente existen planes de abrir dos nuevas destilerías, una en Titanic Quarter y otra en Crumlin Road Gaol, una antigua prisión del siglo XIX en el distrito de Shankill, donde los grupos pueden adentrarse en el pasado más turbulento de la ciudad.

En los programas de incentivo se suele incluir la visita a una destilería, pero una forma mucho más amena de adentrarse en el mundo del whiskey es de la mano de los lugareños. Es lo que propone Belfast Hidden Tours con su Whiskey Experience, un recorrido a pie por el céntrico barrio de la catedral en el que se combinan degustaciones y storytelling.

Participan personajes locales en tabernas tradicionales como Maddens, o degustando un maridaje de whiskeys y quesos en The Sagart, el bar más pequeño de la ciudad.

Cathedral Quarter (el barrio de la catedral) es el epicentro del ocio nocturno y del craic, ese término tan irlandés que define el pasarlo bien, con innumerables restaurantes y tabernas que a menudo ofrecen música en vivo.

Entre los reputados pubs The Duke of York y The Harp se encuentra The Dark Horse, un pintoresco callejón cubierto de murales que se reserva para eventos privados de hasta 150 invitados.

El street art no es nada nuevo en Belfast. Durante el conflicto norirlandés se utilizó como expresión de la identidad de las diferentes facciones, así como forma de homenaje a los caídos. En las últimas décadas han proliferado más murales por toda la ciudad, centrados en la creatividad y mensajes de paz y esperanza.

Destino grastronómico

En 2016 Belfast celebró el Año de la Gastronomía para promocionar la calidad de los productos locales. Desde entonces proliferan las rutas gastronómicas por la ciudad y escuelas de cocina que ofrecen actividades para grupos. También algunos restaurantes, como Mourne Seafood Bar, en el barrio de la Catedral, donde programar clases de cocina para grupos.

Una de las paradas clásicas en estos recorridos es el Mercado de St. George, donde probar el típico Belfast Bap, un enorme bollo que se rellena de panceta, salchichas y huevo para un sustancioso desayuno. También se suele incluir en los itinerarios la degustación de cerveza en The Crown Liquor Saloon, una histórica taberna famosa por sus bonitas vidrieras.

En las afueras de Belfast, NI Food Tours organiza tours gastronómicos por los Montes de Mourne con visitas a proveedores locales. Tracey’s Farmhouse Kitchen es un negocio familiar que abre las puertas de su casa de campo, a orillas del lago Strangford, para enseñar a los grupos a elaborar especialidades locales como el pan de soda o el pan de patata, además de ofrecerles una degustación de productos “kilómetro 0”.

La visita se puede combinar con rutas en bicicleta por las orillas del lago o paseos en canoa hasta una de las islas.

El nombre de este lago de agua salada –Strangford Lough–, significa “fiordo potente” y hace referencia a la fuerza de las corrientes que hacen que produzca el más sabroso marisco. La región registra además de un microclima ideal para cultivos agrícolas y pastos de vacas Dexter, la raza autóctona. El condado es también un popular destino de golf, con campos como el Royal County Down Golf Club.

Juego de Tronos

En la orilla sur del lago se encuentra el histórico Castle Ward, una mansión del siglo XVIII que muchos reconocen como Winterfell, la residencia de una de las familias de la serie televisiva Juego de Tronos, filmada aquí.

En los extensos jardines y bosques que rodean al castillo se pueden hacer recorridos a pie o en bicicleta. Clearsky Adventure Centre ofrece actividades acuáticas, aunque su propuesta más popular son los Winterfell Tours. Guiados por personas que actuaron como extras en la famosa serie, y ataviados con los ropajes de los protagonistas, los grupos visitan hasta 20 enclaves utilizados en la grabación de la serie. La experiencia se completa con actividades como el tiro con arco o el lanzamiento de hachas. Se puede añadir un banquete en el castillo.

Otra mansión del mismo periodo que se suele incluir en los programas es Hillsborough Castle. Es la residencia oficial de la Familia Real británica cuando visitan Irlanda del Norte, y eso se aprecia en algunas salas, con juegos e informales retratos familiares. También hay salas más suntuosas con abundantes obras de arte, donde se celebran actos oficiales y eventos privados. En el Salón del Trono se puede organizar un banquete para 24 invitados.

En la costa norte, a una hora de Belfast, se encuentra la famosa Calzada de los Gigantes, declarada Patrimonio de la Humanidad. Se trata de un área geológica donde se concentran 40.000 columnas de basalto que descienden hasta el mar. El receptivo Bespoke Events propone distintas formas de disfrutarla, como una caminata por lo alto de los acantilados o una experiencia a bordo de un barco pesquero. El madrugón compensa con las fantásticas vistas de la costa y la avifauna marina, y la satisfacción de pescar caballa o abadejo junto al capitán, para posteriormente llevarlo a un cocinero local que preparará un desayuno para el grupo.

También propone diferentes experiencias rurales que complementan la estancia en Belfast. Al pie de las montañas Sperrin, los grupos pueden participar en el entrenamiento de perros pastores en Glenshane Country Farm, compartiendo una divertida jornada con el pastor y su rebaño de ovejas.

Irlanda del Norte es la nación más pequeña del Reino Unido, tanto en tamaño como en población, y desde su capital se llega a cualquier rincón en un par de horas. Esa es la gran ventaja de Belfast. Los organizadores cuentan con infinitas opciones para programar incentivos que combinan la cultura, gastronomía y ocio nocturno de la urbe con experiencias rurales y aventuras en plena naturaleza. Los viajeros podrán volver a casa con mil historias que contar.

 

Mi Belfast

Erin Miley

Directora de Operaciones de Callow Events

 

¿Por qué ir a Belfast?

Es una ciudad pequeña, pero rebosante de vida y emociones. Hay montones de cosas que ver y degustar, experiencias que probar, desde las pintas de Guinness en el barrio de la catedral a pasear por el pantalán junto al museo del Titanic, todo accesible a pie.

Mi lugar favorito

La catedral de St. Anne, un oasis de paz e historia que se levanta sobre el hub de fantásticos bares, restaurantes y hoteles de este barrio.

Mi actividad favorita

¡Comer y beber! Hay tantísimos lugares estupendos entre los que elegir…

Los grupos no se pueden ir de Belfast sin:

Tomarse una pinta de Guinness en The Crown

Hacer un tour en taxi o en el Open Top Bus, con paradas en Crumlin Road Gaol y el Muro de la Paz

Visitar el museo Titanic Belfast

 

The Troubles

El conflicto armado entre protestantes unionistas leales al Reino Unido y católicos republicanos en favor de una Irlanda unificada desangró a Belfast, y al país, entre 1968 y el Acuerdo de Viernes Santo de 1998. La represión de una protesta contra la discriminación de la minoría católica desencadenó una espiral de violencia que llevó al despliegue de tropas británicas en la región y al surgimiento de organizaciones paramilitares como el IRA, (Ejército Republicano Irlandés, por sus siglas en inglés) resultando en miles de muertos de ambos bandos y numerosos inocentes civiles.

La mejor forma de entender el conflicto, o al menos apreciar su profundidad, es de la mano de un taxista local, en los populares Black Cab Tours. En típicos taxis negros, se hacen recorridos por las zonas más conflictivas, como el barrio de Shankill, donde las banderas británicas ondean con orgullo, y la vecina calle Falls Road, donde predominan las imágenes religiosas católicas, haciendo paradas para observar los numerosos murales que fueron la forma de expresión de ambas facciones. Algunos, son auténticos mausoleos en honor a los asesinados; otros, imágenes intimidatorias que ponen la piel de gallina. No puede faltar la parada en el Muro de la Paz que separa a ambas comunidades, ahora cubierto de mensajes de esperanza, donde los grupos pueden añadir su firma.

 

 

Datos de interés

Moneda Libra esterlina (GBP)
Huso horario GMT
Tipo de enchufe Clavijas tipo G / F – Voltaje común 230 V
Aeropuertos
George Best Belfast City Airport (BHD)
Belfast International Airport (BFS)
Más información
VISIT BELFAST
Deborah Collins
Directora de Turismo de Negocios
deborahcollins@visitbelfast.com
+44 7500 046099
www.meetbelfast.com

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