Tal y como expresó Guillermo Rudaeff, director general para Europa de Aerolíneas Argentinas en el Aerolíneas Day, celebrado en Madrid el pasado 20 de marzo “la compañía apuesta por una nueva estrategia que nos lleva a optimizar rutas y funcionamiento de una flota que tiene de media siete años”. Como parte de esa estrategia, la aerolínea abandona la ruta Barcelona-Buenos Aires y aumentará en junio hasta diez -actualmente opera siete- las frecuencias semanales entre las capitales española y argentina. Los flujos desde Barcelona serán atendidos gracias al acuerdo de código compartido con Air Europa.
En Argentina la compañía también está desarrollando nuevas líneas de actuación: en una apuesta clara por incrementar la oferta doméstica, en abril de 2017 el aeropuerto de Córdoba empezó a funcionar como tercer hub de la aerolínea en el país, junto a Ezeiza y Jorge Newbery-Aeroparque en Buenos Aires. Desde la capital se ofrecen conexiones a doce destinos internacionales en los cinco países limítrofes, así como ocho destinos de larga distancia, mientras que desde Córdoba se puede volar a Chile y Brasil.
La creación de cuatro corredores y 37 rutas bautizadas “intertramos” comunican destinos domésticos argentinos evitando a los pasajeros transitar por Buenos Aires, que está conectada con Córdoba con un mínimo de siete vuelos diarios. Otra novedad en el mercado doméstico consiste en la supresión de la clase ejecutiva a bordo de los aviones destinados a estas rutas.