La comarca del Maresme, al norte de Barcelona (España), busca posicionarse como destino para la celebración de eventos e incentivos. Sonia Chaves, técnica de turismo MICE en el Consorcio de Turismo del Maresme, explica su oferta.
¿Cómo apoyan las operaciones MICE en el Maresme?
En enero lanzamos una nueva web dedicada al turismo MICE, que continuamos actualizando para ofrecer una información lo más completa posible de la oferta de la comarca. Las empresas pueden formar parte de este proyecto de forma gratuita y, con la difusión y promoción de su oferta a través de nuestros canales y otros medios, avanzamos en el posicionamiento del Maresme como destino MICE. También trabajamos con el sector ofreciendo formación, sesiones de trabajo y encuentros en los que las empresas pueden interactuar y encontrar sinergias.
¿Qué novedades ofrece la zona para grupos MICE?
Una de las principales novedades es el Atzavara Hotel & Spa, un hotel de cinco estrellas con 465 habitaciones y 20 salas de reuniones para grupos de hasta 500 personas. Supone un gran impulso para la comarca porque en general los espacios existentes son más bien de tamaño pequeño o mediano, y este hotel amplía nuestra capacidad para acoger eventos grandes. Por otro lado, a raíz de la pandemia y el cambio en la mentalidad de las empresas, que buscan salir de las grandes ciudades y encontrarse en grupos más pequeños, hay un auge de la demanda de villas o masías que ofrecían turismo rural y ahora están funcionando también como espacios para eventos corporativos.
¿Qué ofrece el destino para viajes de incentivo?
Por un lado, la proximidad a Barcelona, que está a solo 15 minutos por carretera, lo que permite venir a pasar el día y disfrutar de las propuestas de enoturismo en bodegas familiares de la Denominación de Origen (D.O.) Alella, combinando la visita con actividades como yoga o un pícnic entre viñedos, por ejemplo. Por otro lado, la combinación de mar y montañas, dos constantes en la comarca, como entorno para una gran variedad de incentivos, desde “baños de bosque” o visitas a miradores con vistas al mar, pasando por actividades náuticas como paddle surf, yoga, o una salida en velero al amanecer, al atardecer, o incluso de noche para contemplar las estrellas.