Cada vez más, las aerolíneas utilizan el sistema de subasta de plazas en sus categorías superiores – bien el suyo propio o a través de aplicaciones como, por ejemplo, Plus Grade – para atraer a nuevos clientes y recompensar a los viajeros más leales. La oferta de upgrades a veces a precios más bajos del de mercado, les reporta beneficios a largo plazo al fidelizar a más usuarios.
Los clientes pueden pujar por una plaza en las categorías superiores de su vuelo, precisando hasta cuánto están dispuestos a pagar. La aerolínea decide a quién otorgar el upgrade de acuerdo con sus parámetros de ofertas mínimas, aunque no siempre se decantan por el mejor postor. Pueden optar por recompensar a un viajero frecuente para que siga volando con ellos, o usar esta oferta como incentivo para que clientes potenciales que podrían reservar en clase business en el futuro.
Mediante el sistema de subastas, las aerolíneas llenan plazas en las cabinas de primera clase, business o premium economy que de otro modo quedarían vacías, y los viajeros pueden disfrutar de la mayor comodidad y mejores servicios que estas categorías ofrecen, a un precio más asequible, mejorando así la experiencia de su vuelo.